ALDEA PRODUCTIVA | Un proyecto que cayó en el olvido al igual que todo el lugar

A finales de mayo de 2011, la Provincia tomó efectiva posesión de un campo de 2.164 hectáreas, ubicado en Raíces Norte, en el departamento Tala, que perteneció al exsenador provincial justicialista Mario Yedro. El predio había sido comprado por el exlegislador a un valor de $800 mil dólares, pero cuando se expropió su valor había trepado a los 7 millones de dólares.

El campo había sido decomisado por orden judicial.

El 22 de diciembre de 2005, la Sala Penal de la Cámara de Apelaciones de Concordia halló culpable del delito de enriquecimiento ilícito al exsenador Yedro, y lo condenó a una pena de 3 años de prisión en forma condicional, el pago de una multa de 90.000 pesos, la inhabilitación por el término de 10 años para ejercer cargos públicos y el decomiso de esa propiedad que recién pasó al Estado en el año 2011.

Yedro reclamó a la Justicia en septiembre de 2010 que ese campo le fuera devuelto. Argumentó que la Justicia lo condenó a él por enriquecimiento ilícito, pero terminó condenando a un “tercero”, la sociedad Delrubio y Hunmendi, que era propietaria del campo en litigio.

Esa sociedad estaba integrada, además de Yedro, por sus hijas, Fátima, Luciana y Lara, quienes pasaron a formar parte del consorcio en 2003, tras la separación del exlegislador de su esposa, Silvia Torres. Esta última cedió a sus hijas –en forma gratuita– su participación accionaria. El 3 de abril de 2003, y ante escribano público, Yedro y Torres, hicieron el reparto de bienes; el mismo día y ante el mismo escribano, Daniel Corsini, la mujer donó a sus hijas su participación accionaria en la empresa.

Pero esa vía judicial no prosperó y el Estado tomó la propiedad del campo de Yedro.

Pero el predio no tuvo destino, hasta que en enero de 2012 el exgobernador Sergio Urribarri hizo uno de los tantos anuncios: la conformación de una “aldea productiva”.

“Queremos impulsar en ese campo una experiencia social y productiva que será muy importante por su fundamento, su alcance y su proyección”, dijo el exgobernador Urribarri, al explicar su decisión de impulsar la colonización productiva en el campo de 2.164 hectáreas ubicado en el departamento Tala.

“Tenía la idea de la colonización, de formar una especie de aldea productiva nueva fundada sobre un modelo social, económico y educativo totalmente original porque veo que hay una juventud rural con formación que está buscando oportunidades”, dijo, con esa grandilocuencia de siempre.

En esencia, para la cría de cerdos.

“Sueño con que los hijos de estos jóvenes cuando tengan 15 años sepan mucho más de cerdos que sus padres, pero que además tengan la formación para emprender. Creo que legítimamente podemos imaginarnos el mismo desarrollo para los cerdos que el que tuvo la avicultura y esto quiere ser un impulso a eso”. Eso decía Urribarri.

Y para que la gente pueda colonizar, se anunció la construcción de viviendas y “toda la infraestructura necesaria para el engorde bajo techo de los animales”.

Cuatro años después, al campo ubicado en Tala y que perteneció a Yedro ni siquiera llegó la luz eléctrica.

Y las viviendas que construyó el Gobierno, que en junio cumplirán dos años sin estar habitadas, esperan en vano que alguien las habite.

Juan Pedro Farías, presidente de la Cooperativa Aldea Productiva Esperanza Limitada, dice que han hecho todas las gestiones: obtuvieron matrícula, inscripción en AFIP pero que no han logrado que el Gobierno dé un paso fundamental: que les permita ocupar el predio y empezar con el emprendimiento productivo.

Han hecho gestiones ante el ministro de Gobierno, Mauro Urribarri, el ministro de la Producción, Carlos Schepens, diputados, senadores, y aunque han encontrado en algunos buena receptividad, nade de momento les ha brindado soluciones.

El proyecto oficial de la aldea productiva fue idea del veterinario Héctor Schell, y han contado con el apoyo del Ministerio de la Producción y del INTA, pero por algún motivo todo se ha mantenido en veremos.

“Hemos sido pacientes, demasiado pacíficos, pero ahora nos cansamos”, dice el presidente de la cooperativa.

“Hace aproximadamente cuatro años el gobierno del señor Urribarri prometió entregarnos el campo a fin de funcionar una aldea productiva con un mega proyecto de cría de cerdos para 2.000 madres –dice–. Habiéndose finalizado las viviendas hace casi dos años, que están tapadas en yuyos y montes, aun no hemos tenido respuestas del gobernador anterior y el actual, habiéndole pedido por escrito la entrega del predio y las viviendas que están construidas ahí”.

Las casas, pues, están abandonadas, del proyecto de cría de cerdos ya casi nadie habla, y el campo expropiado a Yedro es ahora utilizado para la cría de ganado que alguien llevó y nadie saber a quién pertenece.

Día1 pudo saber que las cabezas que llegan al lugar provienen desde las islas, rescatadas por los productores y hacendados del embate de las aguas y la creciente. Según se comenta, por la utilización de estos campos durante la emergencia se cobra un cánon, cuya recaudación y usufructo luego se disribuye entre instituciones del Departamento Tala. Hasta ahora sería lo único productivo que la aldea habría generado.Fuente | Entre Ríos Ahora