Uno de los policías la colocó "en su brazo izquierdo, le dio una palmadita en la espalda y una presión. Ahí comenzó a respirar y abrió los ojos". Un llanto de la beba mientras la trasladaban en el móvil significó una señal de alivio.
El oficial ayudante Víctor Bozzano (23 años), padre de una nena de un año y cuatro meses; y el agente Nicolás Fernández (26 años), padre de una nena que cumplirá tres años, vivieron el martes pasado la experiencia de salvarle la vida a una bebé de tan solo dos meses de edad.
Ambos están destinados a la Comisaría 3°, en Gualeguaychú. En el caso de Bozzano es su segundo año como policía y Fernández lleva tres años y ocho meses y está haciendo el curso para el ascenso al grado inmediato superior.
"Ese martes estábamos de recorrida por la jurisdicción y recibimos el llamado del Comando. Estábamos transitando por el bulevar Montana y Primero de Mayo. Anteriormente habíamos asistido en un accidente de tránsito con lesiones leves y fue ahí cuando nos modulan que había un incendio en Primero de Mayo y La Rioja, pero no era de gravedad. Seguimos con la recorrida de prevención y a las 18:20 nos vuelven a modular que en calle Clavarino al 600 había un problema con un bebé", recordó Bozzano.
"Con ese dato nos acercamos. Y cuando nos constituimos en el lugar, salió la madre (una joven de 22 años) con la criatura en brazos y nos dice que su bebé no estaba respirando. En efecto, la bebé estaba como inconsciente", aportó Fernández.
"Fue Fernández quien le pide a la mamá que le alcance su bebé. La colocó en su brazo izquierdo y le dio una palmadita en la espalda y una presión. Y ahí fue que la bebé comenzó a respirar y abrió los ojos. Incluso recuerdo que la abuela nos dijo que llamaron a la policía, porque la ambulancia se estaba demorando más de la cuenta", destacó Bozzano con orgullo por la actitud de su compañero.
De ahí decidieron ir hasta el Hospital Centenario y pidieron autorización para salir de la jurisdicción.
"Mientras Fernández conducía el móvil, la mamá -que viajaba con nosotros- estaba, lógicamente, muy nerviosa y angustiada. Y yo intentaba ver si la bebé se reanimaba. Fueron momentos que no pasaban nunca, como si fueran eternos. Y cuando íbamos por Urquiza y Paraná, cerca de la Iglesia Santa Teresita, la bebé da un llanto", relató Bozzano.
"Generalmente un llanto de bebé preocupa a todo padre, pero en este caso nos dio un tremendo alivio porque era señal de que respiraba", acotó Fernández.
"Al hospital Centenario llegamos a las 18:35. Desde la Guardia ya nos estaban esperando con dos enfermeras. La atendió el doctor y ahí nos quedamos más tranquilos. Luego nos informaron que había ingresado con el uno por ciento de oxígeno y con muy bajo ritmo cardíaco. Por suerte, los médicos y enfermeras lograron estabilizarla y quedó en observación durante 24 horas y sabemos que ya le dieron el alta y que se encuentra bien", relató Bozzano.
El regreso a la comisaría fue para retomar la rutina. Sin embargo, fueron recibidos por el jefe de la Comisaría, subcomisario Héctor Pisani, quien felicitó y fue quien dio la novedad a la superioridad. "Nuestros compañeros estaban todos muy contentos", coincidieron en señalar ambos policías.
"Generalmente cuando actuamos es frente a un delito, es decir, ante una conducta de una persona que no es buena para la convivencia en una sociedad. Pero por suerte, en la escuela de Policía nos preparan también para estas situaciones, que en este caso tuvo un final feliz", reflexionó Fernández.
"Esa situación fue muy límite para todos nosotros. Somos padres de hijos muy pequeños. Pero teníamos que estar tranquilos, para que la madre estuviera tranquila y confiara que sabíamos lo que estábamos haciendo", sostuvo Bozzano.
"Esta experiencia nos da confianza en nosotros mismos. Y lo aprendido en la escuela de Policía, en cuanto a primeros auxilios fue determinante. Nunca pensamos que alguna vez podíamos aplicar esos conocimientos para salvar la vida de una bebé tan pequeña", concluyeron en declaraciones a El Argentino(extraido facebook de Ivan Rodriguez)
"Generalmente cuando actuamos es frente a un delito, es decir, ante una conducta de una persona que no es buena para la convivencia en una sociedad. Pero por suerte, en la escuela de Policía nos preparan también para estas situaciones, que en este caso tuvo un final feliz", reflexionó Fernández.
"Esa situación fue muy límite para todos nosotros. Somos padres de hijos muy pequeños. Pero teníamos que estar tranquilos, para que la madre estuviera tranquila y confiara que sabíamos lo que estábamos haciendo", sostuvo Bozzano.
"Esta experiencia nos da confianza en nosotros mismos. Y lo aprendido en la escuela de Policía, en cuanto a primeros auxilios fue determinante. Nunca pensamos que alguna vez podíamos aplicar esos conocimientos para salvar la vida de una bebé tan pequeña", concluyeron en declaraciones a El Argentino(extraido facebook de Ivan Rodriguez)
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