En la sesión del este martes pasado la Cámara de Senadores dio media sanción al proyecto de ley que propone una serie de herramientas para evitar situaciones de violencia en el ámbito escolar. La iniciativa apunta a “establecer políticas públicas para reconocer, atender, erradicar y prevenir la violencia y la discriminación en el ámbito escolar”.
El autor de la iniciativa es el senador Natalio Gerdau (FpV-Gualeguaychú) y propone una serie de herramientas para evitar situaciones de violencia en el ámbito escolar, se indicó en un comunicado enviado a esta Agencia.Se definió al proyecto como “de atención integral para la erradicación de la violencia y la discriminación en el ámbito escolar”.
El legislador pidió el ingreso del proyecto que no formaba parte del plan de trabajo original de la sesión, y finalmente fue aprobado por unanimidad.
Se trató sobre tablas, con despacho de comisión y pasó en revisión a la Cámara de Diputados.
Gerdau había planteado el tema a las autoridades del Consejo General de Educación y consideró que “ya es tiempo de avanzar en este tema”, al que consideró “una epidemia silenciosa”.
“Hubo una coyuntura en la que, por distintos casos divulgados por los medios masivos, el tema fue central, pero después decayó al menos en esos espacios”, sostuvo.
“Más allá de eso tenemos que buscar una herramienta que nos permita atacar la cuestión de fondo”, enfatizó.
La propuesta
El proyecto propone “establecer políticas públicas para reconocer, atender, erradicar y prevenir la violencia y la discriminación en el ámbito escolar, estableciendo las bases para la promoción y la convivencia en las instituciones educativas de todos los niveles y modalidades”, dependientes del Consejo General de Educación.
Agrega que son “principios orientadores de esas bases” el respeto irrestricto a la dignidad e intimidad de las personas, como así también a sus valores, creencias e identidades culturales.
También toma como aspectos ineludibles a tener en cuenta “el respeto a los derechos y responsabilidades de cada persona, la resolución no violenta de conflictos, el respeto y la aceptación de las diferencias”, a lo que suma “el rechazo explícito a toda forma de discriminación, hostigamiento, violencia y exclusión en las interacciones”.
Otro de los parámetros centrales lo constituye el derecho a participar de diferentes ámbitos y asuntos de la vida escolar, mediante la utilización del diálogo como metodología para la identificación y resolución de los problemas de convivencia”.
El proyecto apunta a generar condiciones para el respeto de las normas y la sanción de sus transgresiones, todo esto como parte de la enseñanza socializadora de la escuela y de su calidad como espacio público regulado por el Estado.
En lo que hace a las transgresiones señala la necesaria contextualización de estos hechos, según las perspectivas de los actores, los antecedentes previos y otros factores que inciden en las mismas, manteniendo la igualdad ante la ley, asegurando “la garantía para el estudiante de que se cumpla con su derecho de ser escuchado y a formular su descargo”.
En lo referido a la sanción, Gerdau enfatiza la valoración primordial del sentido pedagógico de la sanción, como así también el reconocimiento y reparación del daño u ofensa a personas y/o bienes de la escuela o miembros de la comunidad educativa por parte de la persona y/o grupos responsables.
Fundamentos
El proyecto “tiene como objetivo prevenir, detectar y eliminar todas las formas de violencia escolar, pero también concientizar y sensibilizar a la comunidad educativa, a las familias, a la población en general sobre esta problemática y sobre la necesidad de una convivencia escolar y académica pacífica, en base al respeto a las diferencias y una visión positiva de la diversidad”, se indicó en un comunicado enviado a esta Agencia.
Es en este sentido que los principios rectores del proyecto son el interés superior del niño o niña, el respeto a la dignidad humana, el enfoque de derechos humanos, las perspectivas de género y diversidad, la no discriminación, por citar algunas de las más importantes.
El denominado acoso escolar (bullying), “es una epidemia silenciosa que afecta a un gran número de alumnos, y que suele conllevar graves consecuencias que trascienden el ámbito escolar”, consideró.
Como definición se puede proponer que el "bullying" (así se lo denomina popularmente) hace referencia a un grupo de personas que se dedican al asedio, persecución y agresión sistemática de alguien, o bien a una persona que atormenta, hostiga o molesta a otra. Se trata de conductas que tienen que ver con la intimidación, tiranización, aislamiento, amenaza, insultos, sobre una o más víctimas. Casi siempre, lejos de los ojos de los adultos, con la intención de humillar y de someter abusivamente a una víctima indefensa.
Por eso el legislador de Gualeguaychú considera que “es indispensable visibilizar esta problemática, y comprender que las consecuencias negativas del acoso escolar la sufren tanto las víctimas como quienes lo infligen como victimarios”.
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