jueves, 13 de febrero de 2014

A los defensores del No a la eutanasia infantil


Suiza, Luxemburgo, Holanda y Bégica son los únicos países de Europa en los que la eutanasia es legal. Holanda no persigue a los médicos que practican la eutanasia a los menores de edad. Bélgica es el único país en el que la eutanasia infantil será legal a partir de hoy. Las dos Cámaras del Parlamento belga aprueban que los niños belgas, con el consentimiento de sus padres y los médicos, y en caso de enfermedad terminal incurable y fuertes sufrimientos físicos, puedan someterse a la eutanasia. Liberales, ecologistas y socialistas son los autores de un proyecto de ley que, según las encuestas, goza de un apoyo de alrededor de un 74% de la población belga.
Es dramático imaginar que unos padres puedan legalmente autorizar la muerte provocada de un hijo, como lo es asumir que una sociedad que vive en la abundancia de recursos económicos, médicos y tecnológicos reivindique la muerte como solución al problema de la enfermedad y el dolor. La legalización de la eutanasia infantil en Bélgica es el triunfo de una causa ideológica que no ha encontrado resistencias fuertes y compactas. La fragmentación de la sociedad belga y la falta de un proyecto social integrador han favorecido el triunfo del sí. Esta es una lección que las asociaciones civiles y las instituciones religiosas que defienden el No deben aprender. Más que nunca habrá que redoblar esfuerzos para tender la mano a las familias tentadas por la eutanasia. Solo de este modo podrá conseguirse que el sí del Parlamento belga pierda efectividad en el seno de la sociedad belga. 

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