Muchos paranaenses sueñan con presenciar ese momento histórico, que será en abril. Sin embargo, por la suba de la divisa y una financiación acotada, concretarlo se volvió muy difícil.
Juan Pablo II será canonizado el 27 de abril. Así lo anunció en setiembre el papa Francisco y enseguida muchos soñaron con viajar a presenciar el histórico momento.
Las agencias armaron diversos paquetes, que incluyen la vista a otras ciudades emblemáticas, y en ese entonces el viaje era accesible. Con un poco de esfuerzo y ahorro hasta un trabajador con un sueldo promedio podía adquirirlo y abonarlo en 18 cuotas si su tarjeta de crédito estaba incluida en algún convenio que habían celebrado ciertos bancos.
El viaje cuesta entre 4.500 y 5.000 dólares (con impuesto incluido y dependiendo de los servicios y destinos finales). Considerando que se podía adquirir a 4.500 dólares, terminaba costando en pesos 33.255 pesos. En ese entonces, el valor del dólar turista era de 7,39 pesos y si se financiaba en 18 cuotas el valor de cada una de ellas era de 1.847 pesos, en promedio.
Hoy el dólar turista cuesta 10,52 pesos. Y las cuotas se redujeron en la mayoría de los casos a seis. El mismo viaje, al convertirlo a pesos, tiene un precio de 47.340 pesos. Al financiarlo sin entrega y con la suerte de que las seis cuotas sean sin interés, habrá que pagar por mes 7.890 pesos. Esto hizo que muchos desistieran.
“Los valores que se manejan ahora con el dólar turista provocaron una gran merma en el sector”, contó a UNO Silvina Esnaola, quien trabaja en una de las pocas agencias de Paraná que ofrece el paseo para presenciar la canonización de Juan Pablo II recorriendo otros lugares en 15 días, como Polonia y Roma, con todo incluido. En este marco, admitió que fueron alrededor de cuatro personas las que compraron este paquete, a pesar de que hubo muchas consultas de gente interesada, debido al valor simbólico e histórico de este viaje.
También Gino, empleado de otro local del rubro, comentó que “solo hay dos personas que van a viajar. El paquete integra otros circuitos, como las visitas a Florencia, Santa Margarita, Costa Azul, Venecia y otros trayectos. Es con todo incluido en hoteles cuatro estrellas y dura 11 días”.
“Nosotros trabajamos con reservas, van pagando el viaje como pueden y unos días antes deben cancelarlo. Pero la suba del dólar hizo que muchas personas que se habían anotado se bajaran”, añadió.
Por su parte Emilio, responsable de una agencia de Córdoba abocada a los viajes culturales y peregrinos que comercializa su producto en Paraná, contó que “el interés por viajar a este destino es muy alto y en algunos casos se puede financiar hasta en 12 cuotas fijas a partir del convenio con algunos bancos”. Si bien no reveló cuánta gente va desde Paraná, recordó, a modo de aportar un aliciente para quienes quieren viajar: “El 35% es el porcentaje de una percepción que se puede deducir del impuesto a las Ganancias”.
“Sé que querían armar grupos para ir, pero es muy caro”, concluyó María, una de las posibles pasajeras que quiso viajar y desistió.
Es el único Sumo Pontífice que visitó Entre Ríos
Juan Pablo II será canonizado el 27 de abril en la plaza de San Pedro. Ese día la Iglesia celebrará el domingo de la Divina Misericordia, una fiesta de gran relevancia establecida por Juan Pablo II hacia el final de su pontificado. Será una devoción compartida por millones de fieles en todo el mundo.
Desde el Arzobispado de Paraná el padre Ignacio Patat contó a UNO que “una canonización es el paso por el que un beato pasa a ser santo. Para eso se le debe comprobar al menos un milagro”.
“En estos casos, a través de este reconocimiento púbico y en la inscripción de la lista de santos se le puede rendir un culto público en toda la Iglesia, en cualquier lugar del mundo. Siendo beato, solo se lo podía celebrar en su lugar de origen, en este caso en Roma y Polonia”, explicó, y agregó: “Más allá de los pasos de la canonización, hay que destacar que es una figura que no puede pasar desapercibida para los entrerrianos debido a su visita a nuestra tierra en 1984”.
El sacerdote recordó que en ese entonces tenía 9 años y que fue una gran experiencia. “Volví a verlo dos veces más, en las Jornadas Mundiales de la Juventud; la última fue en 2000”, dijo en referencia al único Papa que visitó la provincia cumpliendo ese rol y a quien se le reconocen dos milagros, que son los que se requieren para este reconocimiento: el primero fue la inexplicable cura del mal de Parkinson de una monja francesa, sor Marie Pierre-Simon. El segundo fue luego de ser beatificado y la persona que fue curada es Floribeth Mora, una mujer de Costa Rica que sufrió un aneurisma cerebral y se recuperó debido a su intercesión de Juan Pablo II cuando ya estaba desahuciada por los médicos. El proceso que lo llevará ahora a los altares se abrió el 28 de junio de 2005 y comenzó en Roma, ciudad en la que murió, y de la que fue obispo durante 26 años.
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