Tras audiencia realizada este viernes por la mañana, se dictó la prisión preventiva por 30 días, al oficial principal Néstor Daniel Huck, quien deberá permanecer detenido en la Alcaidía de la Comisaría Primera. El policía hizo uso de la palabra y dijo que “Me dejaron como un monstruo ante la gente”.
Huck está imputado de los delitos de lesiones leves, amenazas, violencia de género, tenencia ilegal de chaleco antibalas, armas de uso civil y de guerra, encubrimiento y receptación de cosa sospechosa, agravada por su condición de funcionario policial.
Justicia Federal
Por otra parte, tras la solicitud de incompetencia parcial de la Fiscalía, el oficial de la Policía de Entre Ríos, afronta otra causa en el Juzgado Federal, por la tenencia de un kilo de cocaína de máxima pureza encontrada en su domicilio familiar de calle Los Tulipanes 775.
Por esta causa, todavía no fue llevado a declarar, lo que podía ocurrir en las próximas horas, ámbito en el cual se le podría endilgar la tenencia de estupefacientes con fines de comercialización, lo que llevaría a otra medida privativa de la libertad.
Relación tormentosa
En la audiencia realizada en al Juzgado de Garantías, la fiscal Ana María Presas fue contundente al acusar al Huck por la violencia de género en perjuicio de su esposa Norma González, señalando que fue golpeada brutalmente y amenazada con un arma de fuego, lo que llevó a que lo denunciara, derivando esto en los allanamientos del pasado martes.
La fiscal hizo hincapié en la gravedad del caso, destacando que esta situación ya venía desde hacía mucho tiempo, lo que generalmente ocurre en casos de violencia de género, donde la víctima termina denunciando luego de sufrir reiteradas agresiones.
Por otra parte destacó que por esa personalidad agresiva, los hijos de Norma González, se fueron de su lado a vivir con su padre biológico y poco apoco, la víctima fue quedando aislada de todos sus lazos familiares y amistades.
También explicó que Huck la tenía plenamente sometida, al punto de alquilar un departamento en calle Galarza al 800, para que ella viviera y al cual concurría, porque él lo pagaba, demostrando un total autoritarismo sobre la mujer, pero destacó que también el imputado vivía en la casa de su padre en Los Tulipanes 775, aludiendo que su progenitor estaba con serios problemas de salud, por lo que iba a cuidarlo de noche.
La representante del Ministerio Público, realizó un interesante relato sobre el concepto de Violencia de Género, donde no solo se refiere a sexo, sino a la autoridad que se intente imponer sobre otra persona, como lo demostraría el hecho de pagar un alquiler y disponer de la situación por ser quien domina económicamente al otro, pidiendo que se proteja a la víctima y reclamando que en algún momento se conformen centros de atención y asistencia de esos casos, ya que una víctima de estas características, en la actualidad está desprotegida y no tiene donde recurrir.
La parte acusadora no dudó en destacar que el oficial cuenta con contactos peligrosos y eso queda demostrado no solo por la cantidad de droga hallada, sino por el hecho de quien fuera allanado le llevara a su casa un chaleco antibalas, supuestamente olvidado por sus camaradas.
60 días
Tras un pormenorizado relato de los hechos, la fiscal consideró que hay riesgos de entorpecimiento a la investigación y destacó el temor de la víctima y de quienes deberán declarar durante la IPP.
A la denuncia de Norma Gonzales se deberá esperar lo que declaren los testigos, entre ellos la hija menor de 15 años de la víctima y el hijo de 19 años, quien se fue a vivir con su padre tras recibir una golpiza por parte de Huck, de acuerdo a lo relatado por la denunciante, aclarando que en el caso de la menor, se realizará una cámara Gesell.
Por todo lo expuesto, la doctora Ana María Presas, solicitó 60 días de prisión preventiva, de manera de preservar la integridad de estas personas.
La Defensa
Por su parte el defensor Adrián Cabrera, que trabaja en la causa junto al doctor José Ostolaza, se opuso al pedido de la fiscal y negó que los efectos encontrados en el allanamiento pertenecieran a Huck, sembrando dudas sobre el procedimiento policial y alegó que no fueron encontrados en su departamento ubicado a los fondos de la casa de su padre en el barrio San Isidro.
Además resaltó que el chaleco antibalas encontrado, habría sido llevado a Huck por parte de una persona a la que le habían allanado la casa y “se lo habían olvidado los investigadores”, por lo que lo devolvía.
Cabrera también destacó que su cliente, al conocer el allanamiento, se presentó solo y ofreció las llaves, para que no se violentara la puerta, lo que a su criterio, demostraba que desconocía la existencia de estos elementos, lo que aparentemente no convence a la parte investigadora, pero ni el letrado, ni su defendido, hicieron declaración sobre el auto robado en el que se movilizaba, siendo que Huck era el jefe de Verificaciones de la Policía y se da por sentado sobre sus conocimientos en este aspecto.
“Me dejaron como un monstruo”
Tras los alegatos de las partes, la jueza María Evangelina Bruzzo dio la oportunidad de declarar al acusado, quien negó su responsabilidad en las acusaciones, negando su accionar violento en su entorno familiar y haciendo lo propio con las cosas encontradas en la casa de su padre, dando a entender que esto fue colocado o que estaban sin su conocimiento.
Durante su alocución, Huck dijo que “Me dejaron como un monstruo” y destacó que trabajó 15 años en la fuerza policial con una conducta intachable y que él fue quien trabajó en la problemática de trata de personas y organizó la primera marcha contra ese flagelo.
30 días
Tras escuchar las partes, la jueza realizó una valoración del caso al que calificó como “complejo”, destacando que encontró elementos necesarios que podían sustentar la postura de la fiscal en relación al posible entorpecimiento, por lo que dispuso dictar la prisión preventiva de Huck, pero por el plazo de 30 días, debiendo permanecer alojado en la Alcaidía de la Comisaría Primera.03442