martes, 20 de octubre de 2015

La Estancia Goldaracena, a punto de pasar al Municipio

Casi seis años después de sancionada la ley de expropiación, el Estado provincial finalmente tomó posesión de la estancia San Eusebio de Maciá. Fue este viernes, cuando la Fiscalía de Estado pagó el precio de quiebra y quedó con la titularidad del inmueble que guarda una porción importante de la historia local. Cuando quebró el grupo Goldaracena -que administraba el lugar-, se había iniciado un proceso de remate, pero un grupo de ciudadanos maciaenses se movilizó y frenó el desgranamiento: sucede que por esos campos no sólo se gestó una parte de la cultura y la identidad local, sino que en el inmueble había numerosos objetos de valor histórico. Incluso, por 80 años, allí se conservó el fósil de un gliptodonte que también iba a ser rematado, pero quedó bajo la administración del Museo de Ciencias Naturales de Paraná. En 2008, la Legislatura provincial declaró al casco de la estancia sujeto a expropiación, con la finalidad de convertirlo en museo. Ahora, sólo resta que se firme un convenio entre la Fiscalía de Estado y el Municipio para concretarlo.
El viernes pasado, la provincia concretó la expropiación del casco de la estancia San Eusebio, más conocida por los copoblanos maciaenses como “estancia Goldaracena”. El lugar fue escenario de una parte importante de la historia local, uno de los puntos de nacimiento de Maciá, donde comenzó a gestarse la identidad y cultura local.
En 2008, luego de una movida de ciudadanos, la Legislatura declaró a la estancia sujeta a expropiación y se evitó el remate del lugar, que había comenzado con la quiebra del grupo Goldaracena que administraba la estancia. Sin embargo, desde esa fecha hasta entonces, la provincia no había adquirido la titularidad del inmueble.
El viernes pasado la provincia tomó posesión del casco de la estancia a precio de quiebra. “Por sucesivos problemas presupuestarios, la expropiación no se concretó. Finalmente se pagó el precio a la quiebra y se tomó posesión”, se explicó. “El destino del inmueble es construir un museo local y un centro recreativo a cargo de la Municipalidad de Maciá”, se recordó desde Fiscalía de Estado.
El origen en los ferrocarriles
La Estancia San Eusebio es el punto de inicio de Maciá, historia a su vez íntimamente vinculada a The Entre Ríos Railway Company Limited, que a su vez está vinculada al Ferrocarril Central Entrerriano.
La historia se inicia con lo que fue el Ferrocarril Central Entrerriano, empresa propiedad del gobierno de Entre Ríos que construyó y operó una línea de trocha media (1,435 m) de 612 km entre los ríos Paraná y Uruguay.
Esa empresa se originó en una ley provincial del 11 de junio de 1883, que autorizó al gobierno de Entre Ríos a construir un ramal entre Paraná y Concepción del Uruguay. Posteriormente, el 7 de enero de 1887 fue autorizada la construcción de ramales a Victoria, Gualeguay, Gualeguaychú y Villaguay.
La línea de Paraná a Concepción del Uruguay, pasando por Nogoyá y Rosario del Tala, fue abierta el 13 de mayo de 1887. El ramal de Nogoyá a Victoria fue abierto el 26 junio de 1890, y el de Basavilbaso a Faustino M. Parera y Gualeguaychú, y de Basavilbaso a Villaguay, el 20 y el 23 de septiembre de 1890. El ramal de Rosario del Tala a Gualeguay fue abierto el 27 de enero de 1891, donde empalmó con el Ferrocarril Primer Entrerriano, que operaba desde el 9 de julio de 1866 entre Gualeguay y Puerto Ruiz.
Una ley provincial del 29 de octubre de 1890, autorizó la venta del Ferrocarril Central Entrerriano a la compañía de capitales británicos The Entre Ríos Railway Company Limited.
La empresa pasó a llamarse Ferrocarril Entre Ríos, que primero compró los 612 km de la red operada por la empresa del Estado provincial Ferrocarril Central Entrerriano. Cuatro años después la compañía compró la línea de 10 km entre Gualeguay y Puerto Ruiz que operaba el Ferrocarril Primer Entrerriano del gobierno nacional (construida en 1866), y el 11 de octubre de 1899 abrió un ramal de 19 km entre las localidades de Gobernador Sola y Maciá.
El origen de esta última iniciativa fue en la Estancia San Eusebio. En verdad, la estancia pertenecía a una familia de apellido Acebal, que se las vendió a los directivos de la The Entre Ríos Railway Company Limited.
San Eusebio
La estancia fue pasando de mano en mano a lo largo del tiempo, hasta que fue adquirida por Eusebio Goldaracena. Joaquín Goldaracena, hijo de Eusebio, fue el primero que intuyó la necesidad de que el caserío que se había formado alrededor de la estación tuviera un desarrollo urbanístico pensado como un asentamiento regular.
Luego, Mario Goldaracena, hijo de Joaquín, se casaría con Artemia Tezanos Pinto, quién aportó parte de sus propiedades para que el crecimiento del pueblo y que se emplazara así, el Hospital Falucho.
Tras la adquisición de los Goldaracena, San Eusebio no volvería a cambiar de propietario. Pero la estancia corrió la misma suerte que el grupo empresario, y a mediados de 2008, estuvo a punto de ser rematada. La movilización de los maciaenses la puso a resguardo de la subasta.Por IvaroProducciones
                                        

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