martes, 4 de febrero de 2014

Revolucionario: en EEUU, los autos se comunicarían entre sí para evitar los choques

La norma, que cambiaría la seguridad automotriz, regiría en 3 años. Los reguladores elaboran medida que exigiría que los vehículos nuevos puedan "conversar" con un sistema inalámbrico.

Los reguladores de Estados Unidos están elaborando una norma que exigiría que todos los vehículos nuevos puedan "conversar" entre sí usando tecnología inalámbrica, que el Departamento de Transporte dijo reduciría significativamente los accidentes en las carreteras del país y aliviaría la congestión del tráfico. La disposición, que revolucionaría la seguridad automotriz, regiría dentro de tres años.
Una norma que obligaría a la aplicación de tecnología de comunicación vehículo a vehículo debería entrar en vigor antes de que el presidente Barack Obama deje su cargo a comienzos del año 2017, dijeron ayer funcionarios del departamento.
"Cuando estas nuevas tecnologías estén adaptadas en toda la flota, los resultados serán una revolución para la seguridad en las carreteras", dijo David Friedman, administrador interino de la Administración Nacional de Seguridad de Tráfico en Carreteras (Nhtsa, por su sigla en inglés) del Departamento de Transporte.
Los detalles de la implementación aún no se conocen.
Ordenar el uso de tecnología que alguna vez perteneció a la ciencia ficción "allanará el camino para la penetración de mercado de aplicaciones de seguridad vehículo a vehículo", dijo el Departamento de Transporte en un comunicado.
"La tecnología V2V permite que los vehículos en la carretera intercambien datos de seguridad básicos, como velocidad y posición, a una tasa de diez veces por segundo. Este intercambio de información podría ayudar a evitar o reducir la gravedad de un 80 por ciento de las colisiones que ocurren cuando el conductor puede reaccionar", dijo la Nhtsa.
"Piensen en todas las situaciones diarias en que esta tecnología podría ayudar; cuando la gente llega a un cruce de cuatro direcciones, manejando detrás de un camión (...) o cuando te cambias de carril y un vehículo queda en tu punto ciego", dijo el secretario del Transporte Anthony Foxx en una conferencia de prensa.
"Estos datos no incluyen detalles personales sobre el conductor o el vehículo", dijo el departamento. "Los vehículos o un grupo de vehículos pueden ser identificados a través de un procedimiento definido sólo si existe la necesidad de corregir un problema de seguridad", advirtieron desde el ministerio.
El anuncio se conoce en momentos en que la Nhtsa termina un análisis de datos reunidos durante el programa piloto de un año de la tecnología V2V en Ann Arbor, Michigan.
Esos hallazgos, así como una estimación preliminar del costo de la tecnología, serán publicados en las próximas semanas.
Aislados. La industria del automóvil emplea bastantes recursos en la mejora del confort y la seguridad de los vehículos pero por muchos sensores y circuitos que tenga un coche, este es un ente aislado del medio que lo rodea (otros vehículos o las señales de tráfico). 
Pensando en aumentar la seguridad y, por tanto, minimizar el número de accidentes, el Departamento de Transportes de Estados Unidos subvencionó una interesante investigación del Instituto de Investigación del Transporte de la Universidad de Michigan en la que exploran la posibilidad de que un coche pueda informar a otro sobre lo que está sucediendo o las señales de tráfico que hay, de manera que los vehículos (y los conductores) puedan actuar de manera proactiva ante cualquier dificultad o, incluso, evitar accidentes.
La idea es dotar a los coches de una familia de sensores y la capacidad de emitir una señal de radio, de tal forma que puedan enviar mensajes a otros vehículos que estén en su rango de acción e, incluso, enviar y recibir señales a los equipos de tráfico (radares, semáforos, etc). Con este esquema, por ejemplo, si el coche de adelante frena bruscamente, avisará a los vehículos de alrededor con una alerta, suficiente como para que podamos frenar y evitar un choque múltiple.
Esta investigación, con una dotación de fondos de 14,9 millones de dólares, ya está en fase de realizar pruebas de campo y medir la efectividad de esta tecnología con pruebas a gran escala. De hecho, hasta ahora se han realizado, con éxito, pruebas en las que un coche se aproximaba a un cruce (sin regulación por semáforos) a alta velocidad y gracias a que la posición (y velocidad de crucero) se monitorizaba mediante un GPS, avisar al resto de vehículos que se acercaban a la intersección para que pusiesen atención o avisar a los semáforos de la zona que cambiasen su estado para evitar un accidente en el cruce.
El equipo de la Universidad de Michigan llegó a un acuerdo con ocho fabricantes de automóviles para, así poder estandarizar esta tecnología (con algunos lleva trabajando desde 1995). Para las pruebas que se van a realizar, los fabricantes aportarán 64 coches con los equipos de medida, transmisión y recepción de señales de radio, escenario que se completará con 2.900 coches normales a los que se les ha equipado de sensores y el sistema de transmisión. Con esta planta de vehículos, los investigadores quieren reclutar a personal del campus para realizar estas pruebas reales.
La idea es llegar a unos resultados que permitan a las autoridades estadounidenses certificar esta tecnología para que, de esa forma, pueda introducirse en el mercado durante los próximos diez años. General Motors, sin ir más lejos, es optimista con esta tecnología: "Creemos que esto será una realidad en un futuro muy cercano". Al igual que Honda: " Somos conscientes del potencial que tiene esta tecnología y su aporte a la seguridad. De hecho, hasta la propia administración federal estadounidense, que financia el programa, es bastante optimista con los resultados y su aplicación industrial".
Esta tecnología tiene el potencial para convertirse en un punto de inflexión que cambie la seguridad de los vehículos y sus ocupantes. Los investigadores de la Universidad de Michigan han combinado una comunicación entre vehículos y entre vehículos e infraestructuras que podrían evitar accidentes en un 80 por ciento de los escenarios posibles.
Con este control de lo que sucede en la vía, y su información a tiempo real, posiblemente se podrían evitar gran parte de los accidentes comunes además de las colisiones entre vehículos porque "los ojos del conductor" se multiplicarían. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce y, desde la propia industria del automóvil surgen algunas voces más escépticas que cuestionan la seguridad de una comunicación radio entre vehículos y su posible intercepción con fines nada buenos.
De todas formas Estados Unidos no es el único país que está trabajando en estrechar los lazos entre el entorno y los vehículos que circulan por la carretera. En enero de este año, la Comisión Europea lanzó un proyecto (con un horizonte de tres años) para probar este sistema y en el que se han implicado 40 actores entre fabricantes de coches, de electrónica o grupos de investigación.
Quién sabe si, quizás, al combinar esta tecnología con otras, estaremos mucho más cerca de coches que conduzcan solos.
Cayeron ventas de Ford y GM
Las automotrices estadounidenses Ford Motor Co y General Motors Co registraron una fuerte caída en sus ventas de enero e incumplieron las expectativas de analistas. Sin embargo, los resultados fueron mixtos para otras. El grupo Chrysler –una unidad de la italiana Fiat Chrysler Automobiles– y Nissan North America reportaron incrementos en sus ventas y superaron las estimaciones de analistas, mientras que Toyota Motor Sales USA anotó una baja interanual.
  

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