La pirotecnia está cada vez más cuestionada en el mundo por los daños y molestias que pueden generar y son numerosos los pedidos para que se prohibida.
Las fiestas son el momento de mayor aparición y renacen las campañas para evitar su uso, destacándose los casos de personas lesionadas y el mal que esto hace a nuestras mascotas, pero lamentablemente esto no termina allí.
En una nota de Diario Clarín, se hace referencia a estos elementos y se explica que la pirotecnia constituye “una tortura” para las personas con autismo y tiene el impacto de una “catástrofe”, lo que es asegurado por especialistas del Instituto San Martín de Porres, que reclamaron que se acote su uso para ayudar a quienes presentan una mayor “vulnerabilidad”.
El coordinador terapéutico del Instituto, Claudio Hunter Watts, dijo en un informe que “los estruendos de petardos son para las personas que padecen autismo lo más parecido a una catástrofe”.
“Cuando se aproximan las fiestas de fin de año en las redes sociales proliferan las campañas sobre lo que sufren perros y otras mascotas por los petardos y fuegos artificiales, lo cual es muy loable, pero también es necesario difundir que para las personas con TEA (Trastornos del Espectro Autista) la pirotecnia es una verdadera tortura”, sostuvo.
Asimismo, dijo que las personas con autismo “tienen la necesidad de un orden y regularidad”, por lo cual “los ruidos, los gritos que alteran su ambiente les perturban en extremo, ya que se incrementa su nivel de cortisol en sangre, se ponen muy tensos, generando conductas estereotipadas, repetitivas, agresivas”.03442
Las fiestas son el momento de mayor aparición y renacen las campañas para evitar su uso, destacándose los casos de personas lesionadas y el mal que esto hace a nuestras mascotas, pero lamentablemente esto no termina allí.
En una nota de Diario Clarín, se hace referencia a estos elementos y se explica que la pirotecnia constituye “una tortura” para las personas con autismo y tiene el impacto de una “catástrofe”, lo que es asegurado por especialistas del Instituto San Martín de Porres, que reclamaron que se acote su uso para ayudar a quienes presentan una mayor “vulnerabilidad”.
El coordinador terapéutico del Instituto, Claudio Hunter Watts, dijo en un informe que “los estruendos de petardos son para las personas que padecen autismo lo más parecido a una catástrofe”.
“Cuando se aproximan las fiestas de fin de año en las redes sociales proliferan las campañas sobre lo que sufren perros y otras mascotas por los petardos y fuegos artificiales, lo cual es muy loable, pero también es necesario difundir que para las personas con TEA (Trastornos del Espectro Autista) la pirotecnia es una verdadera tortura”, sostuvo.
Asimismo, dijo que las personas con autismo “tienen la necesidad de un orden y regularidad”, por lo cual “los ruidos, los gritos que alteran su ambiente les perturban en extremo, ya que se incrementa su nivel de cortisol en sangre, se ponen muy tensos, generando conductas estereotipadas, repetitivas, agresivas”.03442
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