SOLEMNIDAD DE CORPUS CHRISTI 2017 EN PARROQUIA SAN ROQUE

                                     

El Sábado 17 de Junio, a las 16:00 horas, nos encontraremos en la Iglesia San Roque y juntos participaremos de esta Gran Fiesta de la Iglesia.

                          ¡¡¡ Estamos todos invitados !!!

Renovados e impulsados por la gracia del Misterio Pascual, la Iglesia Católica en Rosario del Tala, se encamina a vivir la Solemnidad del Cuerpo y Sangre de Cristo.

Nos alegramos y regocijamos, pues esta presencia real de nuestro Dios en la Eucaristía nos atrae hacia la unidad, nos hace más hermanos.

Precisamente, porque el Pan vivo bajado del Cielo, congrega y une, esta Fiesta la estaremos compartiendo con las Autoridades, fieles y grupos de la pastoral (catequesis, movimientos, niños, adolescentes y jóvenes, etc.), junto a otras instituciones.

A las 16:00 horas, inicio de la Santa Misa en el Templo Parroquial San Roque; posteriormente se llevará a cabo la Solemne Procesión con el Santísimo Sacramento – Jesús vivo y real en la Hostia Consagrada - que atravesará nuestras calles, bendiciendo los hogares y familias, a los enfermos y a todos en general.

Cristo Eucaristía nos expresa también la cercanía de la Iglesia, que no se adueña del misterio del amor, sino que lo comparte.

Recorrido de la Procesión : desde el Templo Parroquial San Roque por Dr. Rozados hasta esquina con San José de Flores; por San José de Flores hasta esquina con 12 de Octubre; por 12 de Octubre hasta esquina con Dr. Luis Panizza; por Dr. Luis Panizza hasta esquina con Dr. Rozados, por Dr. Rozados hasta el Templo Parroquial San Roque, donde se impartirá la Solemne Bendición con Jesús Sacramentado.

En la solemnidad de Corpus Christi, la Iglesia hace presente a Jesucristo realmente presente en el Sacramento de la Eucaristía, bajo la forma de pan y vino. Esta celebración se remonta al siglo XIII, específicamente el año 1246, cuando el Papa Urbano IV extendió esta solemnidad a toda la Iglesia y la decretó fiesta de precepto. Esta institución surgió, en parte, como respuesta a corrientes que negaban o ponían en duda la presencia real de Jesucristo en el pan y vino consagrados. Al resaltar esta presencia real, pronto el pueblo cristiano hizo suya esta celebración hasta el día de hoy, en la que los católicos hacen presente el amor de Jesucristo, que se entrega a la muerte y resucita, para que los hombres, en Él, tengan vida eterna.