Se llevó a cabo el fin de semana en Maciá la XX Fiesta Nacional de la Apicultura-Expo Apícola del Mercosur, a la que asistieron emprendedores de la economía social de la provincia, acompañados por el Ministerio de Desarrollo Social de Entre Ríos. La expo Maciá 2015, desarrollada en el Parque Centenario, contó con muestras, exposiciones, ronda de negocios y conferencias, entre otras actividades.
El Ministerio de Desarrollo Social de Entre Ríos acompaño por segunda vez a esta fiesta a los emprendedores de la economía social, colaborando sobre todo en lo referido a la logística de su participación, como en alojamientos y abaratándoles los costos de instalación de sus stands.
Durante los tres días más de 5.000 personas llenaron el Parque del Centenario. Prácticamente durante todas las jornadas desfilaron por el predio numerosos visitantes que recorrieron los stands, cosa que les permitió a los emprendedores mostrar y vender sus producciones: cuchillos, tejidos, mates, trabajos en herrería, envasados, indumentaria para mascotas y confección de mayas.
La expo nació como una pequeña muestra y hoy reúne a apicultores de todo el Mercosur y algunos países europeos. Esto les dio a los emprendedores de la Economía Social la posibilidad de intercambiar espacio y experiencias con empresarios que hoy se manejan a nivel internacional y capitalizar sus conocimientos.
El intercambio como capital
Los emprendedores tenían grandes expectativas sobre el evento así que, aunque las ventas no fueron excedidas, lo vivieron con mucha alegría y felices del intercambio que se produjo entre pares.
Al respecto Natalia Fianuchi, una joven de 25 años que se dedica a la fabricación artesanal de mates y estuvo presente y dijo: “Me traje una excelente experiencia. Intercambié con otros emprendedores que trabajan, como yo, en el contexto de la economía social. Compartimos conocimientos, ideas, críticas constructivas, etc; incluso gente que no hace lo mismo que yo me daba consejos muy interesantes. Esto es fundamental; y, aunque uno, por supuesto, quiere ganar dinero, éste es un capital que tenemos que aprovechar también. Las ideas siempre son útiles para mejorar y seguir creciendo. En la expo había empresarios que ya están a otro nivel, pero que empezaron como yo, y eso me da la esperanza de que se puede trabajar en forma independiente y vivir de esto”.
Detrás de cada emprendedor, una historia de vida.
Natalia hace mates tallados y pirograbados y, ante la convocatoria del Ministerio de Desarrollo Social, decidió ir con su emprendimiento a la Expo. Hace dos años y medio que se dedica al rubro. Anteriormente trabajaba en gastronomía, pero cuando la despidieron, tomó algunos ahorros y se asoció con un amigo en la fabricación de mates. De él aprendió el oficio, pero ya ha logrado independizarse.
“Me gustaría poder diversificarme, incorporar otros materiales de trabajo, poder producir de forma más industrial con máquinas que me permitan trabajar más en serie; porque así puedo llegar a otro tipos de mercados. Quiero ampliarme, incluso hacer bombillas; todo dentro del rubro, pero creciendo”, destacó Natalia.
La joven sabe que nada se logra sin capacitación, por esta razón es que se está instruyendo, por ejemplo, en el trabajo en cuero y pretende seguir luego aprendiendo a manejar la madera. Tuvo, además la motivación para acercarse al Programa Crecer, también del Ministerio de Desarrollo Social, con la idea de seguir adquiriendo conocimiento y poder acceder, al finalizar, a una máquina que necesita para el crecimiento de su emprendimiento. “Vamos a pedir un torno, para trabajar madera”, señaló, al tiempo que aclaró: “Me va bien, es muy llevadero el taller y me sirve para intercambiar experiencia y sumar conocimientos”.
El Ministerio de Desarrollo Social de Entre Ríos acompaño por segunda vez a esta fiesta a los emprendedores de la economía social, colaborando sobre todo en lo referido a la logística de su participación, como en alojamientos y abaratándoles los costos de instalación de sus stands.
Durante los tres días más de 5.000 personas llenaron el Parque del Centenario. Prácticamente durante todas las jornadas desfilaron por el predio numerosos visitantes que recorrieron los stands, cosa que les permitió a los emprendedores mostrar y vender sus producciones: cuchillos, tejidos, mates, trabajos en herrería, envasados, indumentaria para mascotas y confección de mayas.
La expo nació como una pequeña muestra y hoy reúne a apicultores de todo el Mercosur y algunos países europeos. Esto les dio a los emprendedores de la Economía Social la posibilidad de intercambiar espacio y experiencias con empresarios que hoy se manejan a nivel internacional y capitalizar sus conocimientos.
El intercambio como capital
Los emprendedores tenían grandes expectativas sobre el evento así que, aunque las ventas no fueron excedidas, lo vivieron con mucha alegría y felices del intercambio que se produjo entre pares.
Al respecto Natalia Fianuchi, una joven de 25 años que se dedica a la fabricación artesanal de mates y estuvo presente y dijo: “Me traje una excelente experiencia. Intercambié con otros emprendedores que trabajan, como yo, en el contexto de la economía social. Compartimos conocimientos, ideas, críticas constructivas, etc; incluso gente que no hace lo mismo que yo me daba consejos muy interesantes. Esto es fundamental; y, aunque uno, por supuesto, quiere ganar dinero, éste es un capital que tenemos que aprovechar también. Las ideas siempre son útiles para mejorar y seguir creciendo. En la expo había empresarios que ya están a otro nivel, pero que empezaron como yo, y eso me da la esperanza de que se puede trabajar en forma independiente y vivir de esto”.
Detrás de cada emprendedor, una historia de vida.
Natalia hace mates tallados y pirograbados y, ante la convocatoria del Ministerio de Desarrollo Social, decidió ir con su emprendimiento a la Expo. Hace dos años y medio que se dedica al rubro. Anteriormente trabajaba en gastronomía, pero cuando la despidieron, tomó algunos ahorros y se asoció con un amigo en la fabricación de mates. De él aprendió el oficio, pero ya ha logrado independizarse.
“Me gustaría poder diversificarme, incorporar otros materiales de trabajo, poder producir de forma más industrial con máquinas que me permitan trabajar más en serie; porque así puedo llegar a otro tipos de mercados. Quiero ampliarme, incluso hacer bombillas; todo dentro del rubro, pero creciendo”, destacó Natalia.
La joven sabe que nada se logra sin capacitación, por esta razón es que se está instruyendo, por ejemplo, en el trabajo en cuero y pretende seguir luego aprendiendo a manejar la madera. Tuvo, además la motivación para acercarse al Programa Crecer, también del Ministerio de Desarrollo Social, con la idea de seguir adquiriendo conocimiento y poder acceder, al finalizar, a una máquina que necesita para el crecimiento de su emprendimiento. “Vamos a pedir un torno, para trabajar madera”, señaló, al tiempo que aclaró: “Me va bien, es muy llevadero el taller y me sirve para intercambiar experiencia y sumar conocimientos”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario