lunes, 23 de febrero de 2015

Un cura oriundo de Villaguay dejó los hábitos porque se enamoró

En una actitud valiente y honesta, un cura oriundo de Villaguay decidió abandonar el sacerdocio tras confesar que se había enamorado.
Se trata de Gustavo Mendoza, quien hasta hace pocas horas era el responsable de la parroquia Nuestra Señora de Guadalupe, ubicada en Paraná, en el humilde barrio La Floresta, cerca del volcadero.
Mendoza decidió ser claro, honesto y directo. Ayer, al término de la misa, informó a sus fieles que había decidido abandonar el sacerdocio luego de enamorarse de una mujer. Y este mediodía confirmó la noticia al programa televisivo “Nunca es tarde”, que conduce el periodista Cristian Bello en Canal 9 de la capital provincial.
“Prefiero ser un hombre feliz y no un cura amargado”, señaló el ahora ex sacerdote, al confirmar que deja los hábitos por amor. El cura de 38 años, oriundo de Villaguay, realizó ayer el anuncio ante los fieles, una vez que terminó de celebrar la tradicional misa de los domingos.
“La gente valora mi sinceridad; no me puedo mentir ni puedo mentirle a la gente”, afirmó el expárroco quien después de 13 años de sacerdocio se irá a vivir a Santa Fe, donde tiene una propuesta laboral. Mendoza agradeció la fuerza y el cariño recibido, y confirmó que será reemplazado por el padre Ricardo López. “Dios nos ama y quiere nuestra felicidad”, subrayó.
Gustavo Mendoza desarrollaba en La Floresta una gran tarea social , ya que la parroquia de Guadalupe está enclavada en una zona de Paraná donde existe mucha pobreza y marginación.
En otro plano, había sido uno de los sacerdotes que testificó en contra del cura Justo José Ilarraz, a quien se está juzgando por presuntos abusos contra menores en el Seminario de Paraná.


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