Ellas pertenecen al staff de “Ángel Luisi”, la Escuela de Jóvenes y Adultos N° 5 (conocida como ESJA) que funciona de lunes a viernes en el turno noche, desde las 19 hasta las 22.15 (un día a la semana hay una pre hora para cumplir con la carga curricular).
“Tenemos Bachiller con Orientación en Turismo y Bachiller con Orientación en Economía. El Bachillerato en Turismo es uno de los pocos que hay en la provincia, y el único de la costa del Paraná. Los alumnos hacen pasantías, por ejemplo colaborando con la Oficina de Turismo o la Secretaría de Turismo de la Provincia.
Además es sede del Plan FINES (única del departamento) para permitir la finalización de los estudios secundarios del último año de aquellos alumnos que adeuden materias. Este programa nacional se implementa todos los años al inicio del Ciclo Lectivo, y va de marzo a julio”, nos explica la Lic. Grimaux.
“También implementamos el PMI (Plan de Mejora Institucional), donde nos permiten horas de apoyatura en aquellas asignaturas donde los alumnos presentan dificultades; eso lo decide el equipo directivo con los profesores, de cuerdo a los resultados académicos”, dice.
A su vez, “Ángel Luisi tiene un anexo que funciona en la escuela 56 (Urquiza y Lantelme) en el horario de 17 a 22 horas. Consta de un Ciclo Básico Común y a partir del año pasado se incorporó el Ciclo Básico Superior, con un Bachiller en Educación del Arte. El año pasado empezaron con el 1° Año, así que ahora incorporan el 2° hasta llegar a 6°.
“En 2014 cumplimos un gran sueño que es recategorizar la escuela de 3° categoría a 2°. Con eso se completó el equipo de trabajo, creándose los cargos de Vicerrectora y el de Asesora Pedagógica. Además el Consejo General de Educación nos envió una resolución por la cual se implementaba un cargo más de Preceptor. Es muy importante, porque mejora las condiciones laborales y el pago al personal, además de aportar los cargos. Es muy importante porque permite organizar el trabajo en una escuela con tanta matrícula y con la particularidad de contar con dos establecimientos”, nos comenta la rectora, quien da a conocer que la recategorización la obtuvieron gracias al incremento de la matrícula.
Al inicio del último ciclo lectivo, la matrícula fue de alrededor de 300 alumnos, más otros 160 en el anexo. Hubo 65 alumnos de la escuela egresados del Plan FINES, más otros que vinieron de otros establecimientos. De los Bachilleratos tuvieron 70 egresados aproximadamente.
“El porcentaje de deserción es preocupante. Se inscriben muchos pero los problemas laborales y familiares hacen que se torne difícil la continuidad. Por eso es importante el Plan FINES”.
En cuanto al personal, entre docentes, no docentes, administrativos y maestranza, totalizan 82 personas, de acuerdo al censo realizado el año pasado.
La Escuela N° 5 “Ángel Luisi” cumple 25 años en abril. “Ya armamos comisiones de trabajo, no solo con el personal docente y no docente, sino también con la Cooperadora y Ex Alumnos, que se crearon el año pasado”, anuncia la directora.
Además, en 2015 tienen dos grandes proyectos. Uno es un proyecto de Educación Emocional para el anexo y la escuela sede, para trabajar las adicciones, violencia escolar, y las emociones en general. Después empiezan con el reconocimiento por Resolución del CGE, de un curso de capacitación docente en el proceso de enseñanza y aprendizaje para repensar prácticas pedagógicas innovadoras. “Es algo largamente esperado, aporta a la escuela mejoras en las prácticas educativas del personal docente de esta escuela y otras, ya que es abierto”.
Por otra parte, hace dos años que trabajan con el Centro de Actividades Juveniles (CAT) dependiente de la Escuela Ángel Luisi, con sede en la Escuela 56, destinado a adolescentes. Fue elegido uno de los mejores proyectos a nivel regional y provincial, donde se llevan adelante tres talleres.
“Estamos orgullosos, porque desde la provincia nos llamaron para venir a filmar y trabajar con nosotros porque es uno de los mejores CAJ que funcionan a nivel provincial. La coordinadora es la Prof. Miriam Cettour; los talleristas son tres. Abarca no solo a alumnos de la escuela, sino a todos aquellos que quieran venir; incluso a aquellos que están en situación de vulnerabilidad porque han abandonado la escuela, entonces con esto los acercamos a la posibilidad de volver. Para asistir no hace falta que estén cursando la escuela secundaria. Es a contraturno y son gratuitos, los materiales los provee Nación. Ha aportado mucho a la escuela, se han recuperado alumnos que habían abandonado o estaban por desertar”, dice Silvia Grimaux.
“Ángel Luisi tiene abierta la inscripción. Al ser una escuela de adultos, es imprescindible tener más de 18 años. Luego son los mismos requisitos que para las otras escuelas: constancia de haber finalizado el 7° grado o el 6° año de la escuela primaria, fotocopia del documento, certificados de salud , la remera con el logo de la escuela, y sobretodo muchas ganas de progresar en la vida. Cuando se acercan chicos menores la oferta es el anexo que funcione en la Escuela 56, donde se cursa el Bachillerato con Orientación en Arte”, recuerda.
El año pasado recorrieron las escuelas primarias repartiendo volantes informando sobre la oferta educativa, el CAJ y los horarios, y los requisitos como para que se acerquen a inscribirse.
“Estamos con toda la expectativa. La semana que viene de 17 a 21 tenemos torneo de integración y a partir del 23 las mesas de exámenes, tanto en la sede como en el anexo”, anuncia.
De los alumnos que egresan, entre el 65% y el 70% solicitaron constancia de finalización de estudios para continuar estudios superiores. Un 30% más que el año anterior. Teniendo en cuenta que son adultos, es un porcentaje alto.
“La modalidad adultos tiene la particularidad de que vuelven a la escuela. Pasan a saludarnos y nos cuentan cómo les va en la vida; si están a punto de recibirse, si han optado por otra carrera. Algunos vuelven como docentes y son compañeros nuestros. Nos pone felices que puedan proyectar su vida y alcanzar objetivos como es un título; sobre todo porque en las personas adultas cuesta siempre el doble. Nosotros trabajamos para fortalecer su autoestima y hacerle saber a los alumnos que son capaces y pueden; con distintos tiempos, con flexibilidad –porque así trabajamos acá- pero se puede. A pesar de la edad, de los años que tal vez han perdido, se puede y tienen todo el equipo humano a disposición de ellos, no solo mientras están estudiando, sino que pueden volver a pedir apoyo o un abrazo o una palabra de aliento. Si vuelven, quiere decir que tienen buenos recuerdos y su paso no ha sido en vano”, sostiene, y destaca que “el año pasado un señor de 62 años ha terminado con el Plan FINES; también hay personas mayores que terminan con el Bachillerato de 3 años. Es notable la responsabilidad que tienen los mayores”.Fuente: El Entre Ríos (edición impresa)
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