viernes, 26 de febrero de 2016

Entre Ríos cuenta con un programa para la habilitación de la vida auditiva

La salud pública provincial brinda servicios para la detección y tratamiento de enfermedades auditivas, fundamentalmente a través del Programa de Detección Temprana y Atención de la Hipoacusia, una herramienta clave en la adquisición del lenguaje de los niños sordos hasta los dos años de edad.
En el Hospital Masvernat, de Concordia, se realizó en septiembre del año pasado el primer implante coclear en la provincia.
El Día Internacional del Implante Coclear, que se celebra cada 25 de febrero, genera conciencia en torno a las posibilidades de salud pública en la detección y el tratamiento de la hipoacusia.
La fonoaudióloga Margarita Leiva, referente en Entre Ríos del Programa de Detección Temprana y Atención de la Hipoacusia, explicó que prevenir la hipoacusia “es bastante complejo”.
“El implante coclear es la solución para que los niños que nacen con una hipoacusia profunda bilateral, sin causa conocida, accedan a la comunicación oral, porque en el desarrollo del lenguaje es fundamental la percepción auditiva del lenguaje”, indicó Leiva.
Explicó que los chicos aprenden el lenguaje escuchándolo. En un medio sonoro, donde se habla. Si está inhabilitada la vía que permite al cerebro captar el lenguaje, obviamente no se puede desarrollar. El implante coclear es una salvación”, y agrega que el implante coclear también es válido para el tratamiento de la hipoacusia en adultos. Desde el programa, se trabaja en la detección precoz, hasta los dos años de edad, “para disminuir las consecuencias de la hipoacusia”.
Desde esta herramienta de salud pública se trabaja en la detección precoz de la hipoacusia. Así se lleva a delante el screening auditivo obligatorio.
Detección temprana
Leiva resaltó que el trabajo en la búsqueda de los casos de hipoacusia por causa desconocida se suma a los estudios y seguimientos realizados a quienes presentan factores de riesgo.
Dijo que a todos los chicos nacidos en Entre Ríos se les debe hacer un estudio de otoemisiones acústicas, y detalló que eso está en el marco de la ley de pesquisa neonatal auditiva, a la que adhiere la provincia. Las otoemisiones se realizan en los hospitales Materno Infantil San Roque, de Paraná; Delicia Masvernat, de Concordia; Justo José de Urquiza, de Concepción del Uruguay; Centenario, de Gualeguaychú; y San Benjamín, de Colón.
Para esta implementación de los screnning, el gobierno entrerriano realizó una inversión para la compra de aparatología específica. Cabe destacar que el programa nacional de Detección Temprana y Atención de la Hipoacusia provee los audífonos para los niños sordos detectados y también el implante coclear, una intervención quirúrgica que le permite al implantado una mayor capacidad de análisis del espectro sonoro.
“En Entre Ríos tenemos el orgullo de decir que en el Hospital Delicia Masvernat de Concordia ya se están haciendo implantes cocleares. El primer implante del programa lo realizó en septiembre de 2015, el doctor Miguel Gilabert con su equipo de profesionales”, recordó Leiva.
La complejidad del implante coclear contempla la multidisciplina en su abordaje. Además del cirujano interviene una fonoaudióloga en la calibración, una fonoaudióloga para la habilitación del lenguaje, asistentes sociales y un equipo de psicólogos.
Otro caso importante para el programa fue el implante coclear realizado a la niña Candela Olmos, en el Hospital de Niños de Santa Fe. En la oportunidad fue un trabajo conjunto de salud pública con el municipio de Gualeguaychú.
“El implante coclear es un antes y un después en la vida. Quienes trabajan en la detección de la hipoacusia comprenden que no es lo mismo decirles a los padres: su hijo es sordo y nada más, a decirles que su hijo es sordo, pero hay una amplia gama de posibilidades para tratarlo”, precisó la fonoaudióloga.
Leiva destacó que la detección de la hipoacusia es clave para saber cómo intervenir y apuntó que desde el programa “se garantiza el acceso a la tecnología de alto costo”.
Ser sordo
“Las posibilidades que brindan el audífono o el implante coclear, en última instancia, son la habilitación de la vida auditiva, la diferencia entre comunicarse y no hacerlo. Del sordo nos reímos, con él nos enojamos porque no nos escucha y hay que repetirle. Si bien es una discapacidad que no se ve, se siente y es la menos comprendida. Los adultos mayores sufren mucho, empiezan a aislarse, a no tener participación en la familia”, reflexiona Leiva.
Del silencio a la escucha, el cambio es radical. El sordo bien puede encerrarse en su mundo o buscar la ayuda de los profesionales en el camino hacia la audición. La profesional destacó que el éxito del tratamiento está en la voluntad. “En los grandes la decisión de usar audífono es el 80 por ciento del éxito en el tratamiento, en los niños el acompañamiento de la familia y estar en un grupo terapéutico idóneo es el 80 por ciento del éxito”, detalló Leiva.
La provincia cuenta con profesionales idóneos y el Programa de Detección Temprana y Atención de la Hipoacusia abarca hasta los dos años de vida. Otra posibilidad de salud pública es el programa Incluir Salud.
Contar con un programa que da respuesta para que los niños sordos accedan al implante coclear y, luego, al lenguaje es fundamental: evita el desarraigo y los costos de traslado.03442
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