La jueza de garantías María Evangelina Bruzzo, dispuso este martes por la mañana, la prisión preventiva por 20 días a los 7 efectivos policiales acusados de haber golpeado a Jorge López, en los hechos ocurridos el 25 de mayo, durante un procedimiento y su posterior traslado a la Jefatura Departamental. La audiencia se desarrolló con la presencia de familiares de la víctima, así como de algunos de los imputados, público y medios de prensa, pero no se prometió el uso de cámaras fotográficas, debido a que se esperan ruedas de personas que podrían ser vitales para determinar responsabilidades.
Cabe recordar que todo comenzó cuando dos chicas menores de edad protagonizaron un incidente en el Barrio Bajada Grande, que terminó con la detención de Jorge Adolfo López, un hermano y un joven de 19 años.
De acuerdo a lo manifestado por la fiscal del caso, doctora Melisa Ríos, tras los hechos, se recibió una denuncia de Norma Beatriz Eckart familiar de la víctima, señalando que personal de la Comisaría Segunda realizaba un procedimiento en el que las dos menores los insultaban y golpeaban, por lo que Jorge López se puso a filmar los hechos con su celular a pedido de unos de los uniformados, para luego regresar a la vivienda de donde había salido, pero al escuchar los ruidos de más patrullas que llegaban salió y retomó la filmación.
Según la denuncia de Eckart, en ese instante los policías le reprocharon su actitud y uno de ellos habría arrojado gas pimienta contra personas agresivas que se encontraban en el lugar y que les tiraban piedras.
De acuerdo a lo que constaría en la denuncia, “el gas cayó también en los ojos de López, quien arrojó una piedra contra los funcionarios sin ver a quién le había pegado”, tras lo cual este fue seguido al interior de la vivienda por policías, recibiendo el impacto de postas de goma, para luego ser detenido y trasladado a la Jefatura.
Respecto a su traslado, se indicó que López llevado fue en la caja de una camioneta donde fue pisado y golpeado, mientras le reclamaban el celular, y una vez en la Jefatura, habría recibido otras golpizas ante la mirada de su hermano.
El denunciante, dijo la fiscal, señaló que además de los golpes recibidos, fue bañado en el patio con una hidrolavadora y dejado mojado, para luego ser llevado a la Comisaría Primera, desde donde, debido a su estado de salud, fue trasladado al hospital Urquiza donde quedó internado, destacando que presentaba numerosos golpes y que debido a esto, orinaba sangre, asegurando que llegó a pensar que lo matarían.
60 días de prisión preventiva
A esto se suman los levantamientos de las supuestas manchas de sangre en la vivienda del hermano de López y el pasillo de la Jefatura, que están siendo peritadas para confirmar fehacientemente si es sangre y si pertenece a la víctima.El pormenorizado y extenso relato de la fiscal, detallaba además que ya estaban incorporados a la causa los videos del celular de López donde se observaba lo sucedido fuera y dentro de la vivienda, así como los videos secuestrados en la Jefatura de Policía, grabados por las cámaras de seguridad internas.
La doctora Ríos, mantiene la acusación contra los funcionarios, oficial principal Francisco Borges, oficial ayudante José Arias y los suboficiales, sargento 1ro. Roberto Ocampo, sargento Juan Asín, sargento Pablo Benítez, sargento Jesús Asín y cabo Eduardo Troncoso, a quienes se les imputa “tortura”, además de los cargos de “incumplimiento de los deberes de funcionario público y falsedad ideológica” contra el oficial Borges.
urno de la defensa
A su turno, los doctores Félix Pérez y Sebastián Arrechea, se opusieron categóricamente a la medida y solicitaron la libertad o en su defecto la prisión domiciliaria, para lo cual realizaron un duro alegato contra la denuncia y destacaron el profesionalismo de los funcionarios imputados.
El primero en hablar fue el doctor Pérez, quien aseguró ante la jueza que la filmación realizada por López con su celular, muestra el correcto accionar policial y que su actitud fue intentando descalificarlos en su proceder, destacando que además les arrojó una piedra a uno de los funcionarios.
El defensor agregó que en la misma no se puede observar la supuesta golpiza, resaltando por otra parte que López no sufrió lesiones graves como se dijo, ya que a solo seis días de los hechos se encontraba presente en la Sala de Audiencias y que sus lesiones fueron producto de los forcejeos al momento de su detención.
El doctor Pérez insistió en que la Defensa demostrará que Jorge López fue quien cometió el delito contra los uniformados y los daños a bienes del Estado Provincial, asegurando que sus clientes actuaron correctamente como lo hicieron a lo largo de sus carreras en la fuerza, que van desde los 5 a los 23 años de antigüedad, sin contar con antecedentes que digan lo contrario.
También recalcó el hecho de que no existe riesgo de fuga o de entorpecimiento, ya que sus representados saben, por su condición de funcionario público, que el tratar de influir en los testigos, solo los perjudicaría en su situación.
En un momento de su alegato, Pérez se dirigió a la jueza preguntándose cómo y porqué se llega a la supuesta agresión denunciada sin motivo alguno, diciendo que “repentinamente y por arte de magia se les ocurrió darle una tremenda paliza a López, cuando en tantos años de ejercer la función pública, jamás tuvieron una mancha en su legajo. Yo pretendo que se formalice una seria investigación”.
El segundo turno fue del doctor Arrechea, que consideró “muy débil el argumento de la fiscalía” y volvió sobre el tema, insistiendo en que no existe riesgo de fuga ni entorpecimiento de la investigación, recalcando que la investigación se encuentra avanzada, restando ruedas de reconocimiento y otras pericias en las que los acusados no pueden influir, ya que los funcionarios están en disponibilidad para asegurar los fines del proceso.
Arrechea solicitó la libertad de los policías bajo reglas y medidas que la jueza considerara necesarias, o si así lo considerara necesario una prisión domiciliaria, para lo cual dio una serie de domicilios y personas que oficiarían como guardadoras, pero agregó que se ofrecía también la posibilidad de una caución real.
Menos tiempo al solicitado
Llegado el final de los alegatos se escuchó la palabra de Jorge López, quien manifestó sentir gran temor o terror tras lo sucedido ese día y que “si los policías son puestos en libertad, yo me tendría que ir de la ciudad”.
Seguidamente se les dio la oportunidad de hablar a los acusados, quienes hicieron uso de su derecho y se negaron, por lo que la jueza comenzó a analizar los planteos y consideró que el hecho en esta instancia está acreditado, no pudiendo dejar de lado el temor de las víctimas y testigos, por lo que consideró que una soltura en este momento no era conveniente, por lo que dispuso necesaria la prisión preventiva, pero por el plazo de 20 días.
Finalizada la audiencia, la Defensa adelantó que apelaría la medida dentro del plazo de tres días, mientras los imputados permaneceránALOJADOS en la Jefatura de Policía.03442.com
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