miércoles, 2 de julio de 2014

LOCALES: ESOS OJOS QUE IMAGINAN

 La luz que despide la pantalla de una sala casi colmada es el último rastro de claridad antes de que el trozo de paño ocupe el papel de protagonista. Una vez que comienzan a escucharse las voces en off de los locutores, los oídos se transforman en luchadores contra la carrera de la imaginación. Se trata de ese constante esfuerzo por reconstruir aquello de lo que se carece. Resulta admirable la terquedad de la mente por intentar fabricar imágenes en todo momento, impulsada por el conducto auditivo que es favorecido por la inoperancia de los ojos. Los diálogos de Valeria Bertuccelli y Adrián Suar son seguidos por la descripción de las escenas y situaciones previas a cada palabra de los actores. Por primera vez la gente de Rosario del Tala se coloca en la piel de una persona ciega, traspasando los umbrales del prejuicio. En la fría tardecita de un domingo de junio, los vecinos asisten a la proyección de Un novio para mujer (2008), film al que muchos quizás conocen casi de memoria, pero sin embargo esta vez desarrollan otra experiencia. Hoy el cine es inclusivo porque un grupo de jóvenes se propusieron fomentar la anulación de las barreras que imponen diferencias.
Desde las primeras horas de la siesta dominguera, mientras la mayoría de los televisores sintonizan el milagro holandés ante la catástrofe mexicana, los integrantes de la Juventud Rosario del Tala UNEN comienzan a plasmar una idea que desde hace tiempo han venido gestando: construir un espacio donde no existan las discapacidades sino la multiplicidad de formas de expresarse ante el mundo. El Centro Cultural Atahualpa Yupanqui es el sitio escogido para que las diversas organizaciones talenses sin fines de lucro formen parte de una jornada de intercambio de experiencias relacionadas al trabajo de personas con capacidades diferentes. Bajo el lema Seamos Uno, los chicos logran articular todos los eslabones de una extensa cadena solidaria al mismo tiempo que fomentan el espíritu de lo confraterno.
Mientras se culminan de armar los stands, donde se ofrecen producciones de la Escuela Nº 4, ATADI (Asociación Talense de Ayuda al Discapacitado) y Talita Kum/Iniciativa Conin, los más bajitos aguardan con ojos asombrados que el castillo inflable logre llenarse de aire. En escasos minutos todo se trata de saltos y algarabía. En un extremo del predio los integrantes de la RLB (Radio Luis Braille)  montan el escenario imaginario de la radio abierta, el cual sirve como epicentro para el intercambio de experiencias y difusión de acciones correspondientes a las diferentes entidades talenses abocadas al trabajo pro inclusivo. La emisora pertenece alCentro de Rehabilitación Luis Braille de Rosario, que se dedica al servicio de integración para personas ciegas o con discapacidades visuales mediante el trabajo en diversas áreas y uno de ellos es la radio. Desde hace dos años los alumnos junto a algunos ex estudiantes del centro forman parte del universo comunicacional y con rigor informativo, calidad estética al igual que ética profesional consiguen ocupar un espacio crucial en el juego social de las voces. La radio no es la mera antena transmisora de mensajes sino que significa el cimiento sobre el que se construye la dignidad de sus integrantes.
“Llevamos mucho tiempo pensando en realizar una jornada como esta a través de la cual pudiésemos articular a todas las organizaciones que de alguna u otra manera trabajan con personas que presentan capacidades diferentes” sostiene Valentín Elal, miembro de la Juventud Talense. Cuando uno lo escucha, resulta fácilmente darse cuenta de que existe una importante dosis de pasión en el evento que junto a sus amigos desarrolla. Partiendo de la no tan paradójica base de que las diferencias nos igualan, los chicos de Rosario del Tala consiguen sobrepasar a cualquier acto meramente partidario y logran construir un universo participativo dentro del cual se esfuman las barreras prejuiciosas o discriminatorias. Así, los miembros del ciclo radial local Abriendo Puertas (compuesto por pacientes del Hospital de Salud Mental Luis Ellerman) expresan el vínculo que cada semana estrechan con los micrófonos; las chicas de Talita Kum concientizan sobre la importancia de una correcta alimentación en los primeros años de vida al igual que la extrema necesidad de darle una mano a aquellas madres que así lo requieren y los coordinadores de ATADI comentan los beneficios de la equinoterapia en personas con cualquier discapacidad. Puede decirse que la Juventud Talense representa las manos que entrelazan a innumerables y ágiles dedos que diariamente transpiran por ayudar al otro, a cambio de nada o de la satisfacción de mejorarle un poco su vida, lo cual es todo. “Si bien a principios de año llevamos a cabo una entrega de útiles escolares que los vecinos fueron donando, estamos ante nuestro bautismo de fuego ya que es la primera vez que realizamos una jornada de esta magnitud” agrega entre risas Valentín quien se muestra sumamente alegre por tanto empeño depositado.
Apenas el sol enfila sus rayos hacia el oeste, los presentes se ven obligados a ajustar sus abrigos y lentamente ingresan a la sala de teatro del complejo cultural. El café junto al chocolate caliente son los mejores aliados para combatir el deceso de la tarde. En la puerta del salón devenido en cine cada vecino recibe un recorte de lienzo oscuro que viene acompañado de la frase “el que quiera experimentar algo diferente por favor colóqueselo”. Son pocos aquellos que se privan de poner en jaque sus sentidos. Antes de que la pantalla comience a moverse, Mariel Massari (directora del Centro Braille) deja en claro que para construir una sociedad netamente integradora resulta imprescindible que superemos al modelo médico con el cual relacionarnos junto a personas con capacidades diferentes. Si alguien no puede ver, escuchar o desplazarse con facilidad, no es éste quien debe adaptarse a la estructura de convivencia impuesta sino que los ciudadanos tenemos la obligación de generar todas las puertas que le permitan relacionarse con la comunidad de igual al igual. Por eso el Cine de Audiodescripción representa un dispositivo crucial para desarrollar un espacio de inclusión social. Gracias a esta iniciativa rosarina, pionera a nivel nacional, los ciegos parciales o totales, hipoacúsicos, niños, adultos mayores y personas con pleno uso de su vista pueden ir juntos al cine. Nada más sano a nivel cultural.
“Es un día soleado en el barrio. Tenso sale de su casa apurado. Una señora pasa frente a él paseando a su perro. Sube a su auto, La Tana lo llama por teléfono” resuena la potente voz del locutor.  Durante los próximos 90 minutos en la sala talense no hay un grupo de espectadores disfrutando de una comedia romántica argentina sino que confluyen los múltiples puntos de vista con el objetivo de entablarse un contacto genuino e inclusivo. Por el tiempo que resta, nos encargaremos de fabricar nuestras propias e incomparables experiencias de ver una película sin verla. Hay un sentido que los integrantes de la Juventud Talense explotan en su máxima expresión: el de comprender al otro como uno más.Por eclosionrevista
  

No hay comentarios:

Publicar un comentario