Edmundo Pohl nos invitó a su casa, en la zona rural a 5 km
de Aldea San Antonio, sobre el camino que va a Villa Mantero.
Está en un campo de 25 hectáreas que las dedica principalmente a tambo, tiene aves de corral y árboles frutales entre los que se destaca uno lleno de “limones reforzados”.
Según nos contó Edmundo es de semilla y siempre le dio frutos grandes “todos pesan más de un kilo y medio, algunos pasan los dos Kilos” aseguró mientras nos bajó con una caña el que parecía más grande. A la hora de explicar dice “pienso que es una cruza de limonero y pomelo, pero no es injerto" asegura. A simple vista se observan las ramas están llenos del fruto que "aguantan hasta las tormentas sin caerse” apunta.
Decidimos subir el “Limomelo” a una balanza digital donde asombrados vemos que pesa 2,080Kg Pohl asegura que nunca vio en su vida algo así “pero como uno está acá no le da mucha importancia” observó. No los vende, no hace negocio con ellos.
A veces los carga y regala en el pueblo, otras los tira en una zanja porque parece que son mucho para la cocina, aunque asegura que si "lo exprimís un poco, con uno podes hacer un lemon pie".
Según nos contó Edmundo es de semilla y siempre le dio frutos grandes “todos pesan más de un kilo y medio, algunos pasan los dos Kilos” aseguró mientras nos bajó con una caña el que parecía más grande. A la hora de explicar dice “pienso que es una cruza de limonero y pomelo, pero no es injerto" asegura. A simple vista se observan las ramas están llenos del fruto que "aguantan hasta las tormentas sin caerse” apunta.
Decidimos subir el “Limomelo” a una balanza digital donde asombrados vemos que pesa 2,080Kg Pohl asegura que nunca vio en su vida algo así “pero como uno está acá no le da mucha importancia” observó. No los vende, no hace negocio con ellos.
A veces los carga y regala en el pueblo, otras los tira en una zanja porque parece que son mucho para la cocina, aunque asegura que si "lo exprimís un poco, con uno podes hacer un lemon pie".
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