Los muebles pertenecientes al mariscal Francisco Solano López sustraídos por orden de Bartolomé Mitre en la guerra de la Triple Alianza que estaban en el Museo Histórico de Entre Ríos ya llegaron al Paraguay y serán restituidos formalmente por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y el gobernador Sergio Urribarri en una visita a ese país programada para los primeros días de julio.
Así lo informó el ministro de Cultura y Comunicación, Pedro Báez, tras coordinar este viernes el embarque del mobiliario en un avión Hércules de la Fuerza Aérea Argentina, que partió a primera hora desde la II Brigada Aérea, rumbo a la ciudad de Asunción.
“Los muebles fueron adquiridos por Solano López en Alemania cuando era jefe del Estado paraguayo y, en plena Guerra de la Triple Alianza o, mejor dicho, de la triple infamia, Bartolomé Mitre ordenó que la Aduana los incautara. Luego, en un remate público los compró un emisario de Mitre, el legislador Anarcasis Lanús, y ese fue el inicio de un periplo que terminó años después en el Museo Histórico de Entre Ríos”, detalló Báez en diálogo con la prensa en la pista de la II Brigada, durante la carga de las piezas.
El mobiliario está integrado por diez sillas, un escritorio, un billit y un dressoir. Su autenticidad fue verificada a través de una investigación sobre relatos y registros históricos. El 11 de febrero de 1985, el gobierno de Entre Ríos aceptó el legado de los muebles por parte de Juana Dorila Iraizoz, que los había donado en 1969. Desde entonces, fueron expuestos en el museo Martiniano Leguizamón.
En 2011, enterado de la existencia de esos muebles, Urribarri ordenó que fueran sacados inmediatamente de exhibición, al considerar “una vergüenza que esos objetos robados estuvieran expuestos”, explicó el ministro. Acto seguido, el mandatario dio instrucciones para que se iniciara el trámite administrativo para la restitución de las piezas al Estado paraguayo.
La decisión fue informada oficialmente al presidente de Paraguay, Horacio Cartés, por Cristina Fernández de Kirchner durante una visita a ese país de la que también participó Urribarri. “Con este gesto buscamos pedir perdón desde lo simbólico por el daño que ocasionó a la gran Nación paraguaya la Guerra de la Triple Alianza”, dijo el gobernador por entonces.
“Ha sido un proceso trabajoso ordenar todo para que la restitución se concrete, pero estamos conformes con el proceso que pretende reparar en algo las heridas causadas al pueblo paraguayo y, a la vez, repararnos a nosotros mismos por la participación que tuvimos en esa guerra infame”, sostuvo Báez.
El ministro recordó que la guerra de la Triple Alianza sucedió cuando finalizó la guerra de Secesión en Estados Unidos “por la necesidad de una América del norte unida que precisaba una América del sur desunida, que sólo tuviera el rol de proveer materia prima”.
“Paraguay era la gran Nación desarrollada de entonces, moderna, un modelo a seguir, con industria metalúrgica, ferrocarriles, astilleros, telégrafos, una flota mercante y un Estado fuerte con políticas activas. Eso es lo que destruyó la Guerra de la Triple Alianza y hasta hoy Paraguay se sigue recuperando de semejante daño”, señaló Báez. “Con la restitución de estos muebles, pretendemos poner un cierre y, aunque no nos alcanzará la vida para pedir perdón, llevar adelante esta reparación institucional dispuesta por el gobernador”, completó el ministro.
En el embarque de las piezas realizado en la II Brigada Aérea participaron además personal de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), del Consulado Paraguayo y un equipo del Ministerio de Cultura y Comunicación que viajó al Paraguay para custodiar el mobiliario y realizar allí los trámites necesarios para su recepción.
Los recibieron la ministra de Cultura, Mabel Causarano, el vicecanciller paraguayo Federico González, la escribana mayor de gobierno, Marta Narvaja, el encargado de negocios de la embajada argentina, Luis Niscovolos, y demás autoridades culturales y diplomáticas.
En la próxima visita presidencial a Paraguay, programada para el 2 y 3 de julio, está previsto que la Presidenta y el gobernador hagan entrega formal de los muebles al Estado y al pueblo paraguayo.
“Los muebles fueron adquiridos por Solano López en Alemania cuando era jefe del Estado paraguayo y, en plena Guerra de la Triple Alianza o, mejor dicho, de la triple infamia, Bartolomé Mitre ordenó que la Aduana los incautara. Luego, en un remate público los compró un emisario de Mitre, el legislador Anarcasis Lanús, y ese fue el inicio de un periplo que terminó años después en el Museo Histórico de Entre Ríos”, detalló Báez en diálogo con la prensa en la pista de la II Brigada, durante la carga de las piezas.
En 2011, enterado de la existencia de esos muebles, Urribarri ordenó que fueran sacados inmediatamente de exhibición, al considerar “una vergüenza que esos objetos robados estuvieran expuestos”, explicó el ministro. Acto seguido, el mandatario dio instrucciones para que se iniciara el trámite administrativo para la restitución de las piezas al Estado paraguayo.
La decisión fue informada oficialmente al presidente de Paraguay, Horacio Cartés, por Cristina Fernández de Kirchner durante una visita a ese país de la que también participó Urribarri. “Con este gesto buscamos pedir perdón desde lo simbólico por el daño que ocasionó a la gran Nación paraguaya la Guerra de la Triple Alianza”, dijo el gobernador por entonces.
“Ha sido un proceso trabajoso ordenar todo para que la restitución se concrete, pero estamos conformes con el proceso que pretende reparar en algo las heridas causadas al pueblo paraguayo y, a la vez, repararnos a nosotros mismos por la participación que tuvimos en esa guerra infame”, sostuvo Báez.
El ministro recordó que la guerra de la Triple Alianza sucedió cuando finalizó la guerra de Secesión en Estados Unidos “por la necesidad de una América del norte unida que precisaba una América del sur desunida, que sólo tuviera el rol de proveer materia prima”.
“Paraguay era la gran Nación desarrollada de entonces, moderna, un modelo a seguir, con industria metalúrgica, ferrocarriles, astilleros, telégrafos, una flota mercante y un Estado fuerte con políticas activas. Eso es lo que destruyó la Guerra de la Triple Alianza y hasta hoy Paraguay se sigue recuperando de semejante daño”, señaló Báez. “Con la restitución de estos muebles, pretendemos poner un cierre y, aunque no nos alcanzará la vida para pedir perdón, llevar adelante esta reparación institucional dispuesta por el gobernador”, completó el ministro.
En el embarque de las piezas realizado en la II Brigada Aérea participaron además personal de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), del Consulado Paraguayo y un equipo del Ministerio de Cultura y Comunicación que viajó al Paraguay para custodiar el mobiliario y realizar allí los trámites necesarios para su recepción.
Los recibieron la ministra de Cultura, Mabel Causarano, el vicecanciller paraguayo Federico González, la escribana mayor de gobierno, Marta Narvaja, el encargado de negocios de la embajada argentina, Luis Niscovolos, y demás autoridades culturales y diplomáticas.
En la próxima visita presidencial a Paraguay, programada para el 2 y 3 de julio, está previsto que la Presidenta y el gobernador hagan entrega formal de los muebles al Estado y al pueblo paraguayo.
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