miércoles, 25 de septiembre de 2013

Más trenes chinos rumbo a la Argentina

El grupo asiático CSR analiza instalar una fábrica de coches de pasajeros y de vagones de carga en Argentina para satisfacer los pedidos del gobierno al firmar un nuevo acuerdo conRandazzo que prevé traer más ferrocarriles con objetivo de renovar todos los ramales
El grupo ferroviario estatal chino CSR, -la empresa que provee las locomotoras de la línea Sarmiento-, confirmó sus inminentes intenciones de instalar una planta de coches de pasajeros y de vagones de carga en Argentina.
Su presidente, Zheng Changhong, afirmó durante su reunión con el ministro del Interior, Florencio Randazzo, que "los contratos con la Argentina son estratégicos para nuestro grupo y entendemos que con el apoyo político y económico del gobierno argentino podemos instalar una fábrica de coches y otra de vagones en ese país".
"Argentina tiene una gran historia ferroviaria y un prometedor potencial de desarrollo, le voy a pedir a todos los miembros de nuestro directorio que se pongan a estudiar su sistema ferroviario y enviaremos ya mismo un equipo a la Argentina", agregó Changhong que no dudó en remarcar: "yo creo que deberíamos estar en condiciones de firmar el contrato antes de fin de año y comenzar a instalar las plantas a principios de 2014".
Todo comenzó con un pedido de la Presidenta que el ministro Florencio Randazzo le transmitió a los empresarios: "queremos que vengan a nuestro país para realizar transferencia de tecnología y capacitación". La respuesta no tardó en llegar: "Estamos dispuestos a instalar una planta en la Argentina. Si consiguiéramos un socio va a ser más fácil concretarlo" avisó Changhong.
Por su parte, el director de la compañía, Zhang Zaizhong, fue más allá y le dijo a Randazzo: "Si nos hacen un nuevo pedido de coches mañana mismo instalo la fábrica". A lo que el ministro argentino agregó: "No existe el amor sino las pruebas de amor, ya les compramos 709" sacó pecho el funcionario argentino.
Lo cierto es que la planificación del desembarco en la Argentina se piensa como una puerta de apertura al resto de América Latina. La apuesta de la empresa CSR Qingdao Sifang es poder llegar a Brasil donde la compañía francesa Alstom tiene una posición dominante en ese mercado dificultando el ingreso de la competencia.
Randazzo tentó a los chinos explicándoles que hay 42 mil kilómetros de vías en Argentina, de las cuales solo 7.500 kilómetros están en estado óptimo y les prometió que "el gobierno está dispuesto a acompañarlos".
El presidente de la compañía china recibió a Randazzo en sus oficinas en el centro de Beijing y allí confirmó que enviará cuanto antes una delegación a la Argentina para avanzar en la firma de un contrato para comenzar a producir trenes desde enero próximo en la primera planta que podrían montar en Sudamérica.
Este miércoles se conocieron las gestiones para la firma de un nuevo contrato dentro de dos semanas y a partir de la fecha del pago del anticipo por parte del Estado argentino, para que la compañía china construya 81 coches en un plazo de 12 a 16 meses.
El acuerdo, según se explicó, contempla la compra de 27 formaciones diesel conocidas como "triplas", en las que el primer y el tercer coche son los que traccionan al tren. Los 81 nuevos coches cumplirán servicio en ambos recorridos del ferrocarril Belgrano Sur: el de González Catán y el que termina en la estación Marinos del Crucero General Belgrano.
Durante el encuentro, ministro del Interior y Transporte anunció además que el próximo 1 de octubre se abrirá un nuevo concurso entre las ferroviarias estatales chinas para la adquisición de otros 96 coches diesel que se distribuirán en 32 triplas para renovar los ramales diesel de las líneas Sarmiento y Mitre.
En tanto, Randazzo dijo que "con este paso Argentina terminaría de equipar todas sus líneas urbanas con transacciones al contado para cumplir con los tiempos que demanda nuestra población para solucionar un atraso de años en la renovación del sistema ferroviario". Tarde pero seguro.
                   Autoridades argentinas y orientales junto a uno de los 709 coches comprados a China por el Gobierno

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