lunes, 27 de julio de 2015

Extraña aparición en la ruta 26

Dicen ver un fantasma en la ruta 26, camino a Nogoyá, un espíritu, un aparecido, ¿un alma en pena?… historias del más allá en la campiña victoriense.
Se dice que la esperanza de “algo más” que esta vida terrenal alimenta las historias que se reproducen en todo el mundo en casas abandonadas, en oscuros lugares, y rutas nocturnas, todo condimentado con una buena dosis de cine yanki.
Lo cierto es que las historias de fantasmas apasionan a muchos. Solo en Victoria este semanario lleva relevadas 20 casas donde existen rumores y testimonios de hechos sobrenaturales o inexplicables… claro que estos hechos también supieron abonar a la literatura local, como el clásico “De casas y misterios”, de Carlos Sforza. Ahora habrá que sumarle al rubro de las apariciones otros testimonios que dan cuenta de una extraña aparición en la Ruta 26 a unos 2 kilómetros de Victoria, a poco de llegar a la gruta del Gauchito Gil.
Según relató en el programa “Caminando” de Lt39, el señor Brian Alfaro, salía de Victoria junto a una amiga rumbo a Nogoyá, luego de compartir un momento con amigos, donde asegura no haber consumido alcohol y estar perfectamente lúcido cuando a los pocos minutos de haber pasado la rotonda una espesa niebla redujo drásticamente la visibilidad. Tras disiparse la neblina, tanto su acompañante como él notaron la presencia de una hombre vestido de blanco, con una capa del mismo color portando una bolsas “como de supermercado”, caminando con la cabeza mirando al piso. Inmediatamente notaron que no era algo ordinario, ya que el velocímetro marcaba 120 kilómetros por hora, y esta persona no parecía correr, sino que caminaba, pero su imagen permanecía sobre el lado derecho de la ruta. “Le comenté a mi amiga si estaba viendo lo mismo que yo, y ella respondió que sí, pero que no me quería decir nada para no asustarme… A lo único que atiné fue a poner el cierre centralizado de las puertas y disminuir la velocidad hasta 80 kilómetros por hora… Le hice señas de luces y noté que cada vez se acercaba más a la trompa del auto, intenté acelerar cuando de pronto se cruzó por delante y ya en el carril contrario, cuando se acercaba un camión, simplemente desapareció”.
Según detalló en la charla telefónica con los periodistas Roberto Caminos y Adela Silva, el incidente duró varios minutos, viendo la imagen de este ente por unos 200 metros.
“Luego de lo que nos pasó, seguimos callados hasta Nogoyá, sin hablar, ni si quiera prendimos la radio… Recién cuando llegamos a la ciudad lo pudimos charlar y dejamos liberados los nervios”, contó el testigo.
Alfaro y su amiga no ocultaron la historia y lo contaron en las redes sociales donde otras personas relataron hechos similares. “Vengo con frecuencia a Victoria y un conocido tras escuchar mi relato reconoció que le había ocurrido lo mismo, en el mismo lugar, solo que su experiencia fue más breve… Una persona que trabaja en la zona de la rotonda me dijo que sabía de otras personas que habían vivido lo mismo”.
Hoy Alfaro, que es un reconocido estilista, radicado en Capital Federal, dice tomarse con humor lo ocurrido, pero calificó a la experiencia como “traumática e inexplicable”.Fuente lt39

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