Fue detenido con 20 kilos de cocaína, con una banda de Rosario; era el conductor de vehículos oficiales en la Secretaría Privada de la Gobernación y allegado al narcotraficante Gonzalo Caudana.
Un chofer de la Gobernación y del Ministerio de Desarrollo Social de Entre Ríos fue detenido con 20 kilogramos de cocaína en la provincia de Santa Fe. El caso fue a mediados de mayo pero se mantuvo en absoluto secreto en ámbitos gubernamentales. Marcelo Alejandro Acosta estaba desde 2005 en dependencias oficiales y manejaba uno de los coches oficiales del gobernador Sergio Urribarri. Al caer preso estaba trabajando para una banda de narcotraficantes de Rosario. Llevaba la droga en un Peugeot 307; el mismo vehículo en que fue visto Gonzalo Caudana, uno de los jefes del narcotráfico en Paraná, en un episodio de principios de mayo, que tuvo repercusión pública, según confirmó
El episodio se mantuvo en absoluta reserva -casi como un secreto de Estado- en estos 90 días. Seguramente pensaron que podía afectar la imagen del gobernador Sergio Urribarri, en medio de la campaña electoral por su aspiración presidencial. Sucede que el hecho en cuestión es grave. No es muy usual que se detenga a uno de los choferes de la Gobernación de Entre Ríos, con 20 kilogramos de cocaína pura y en medio de una investigación conjunta que se venía haciendo desde hacía un buen tiempo, entre el Juzgado Federal de Eldorado (Misiones) -porque desde allí provenía la droga- y la Policía Federal Argentina. Perseguían una peligrosa banda de Rosario, para quien trabajaba el vecino de Paraná, domiciliado en Catamarca 559, casi frente a uno de los accesos al instituto privado Plaza Mayor y, evidentemente, oficiaba de nexo con narcotraficantes de la capital entrerriana. Era la banda de Los Lagartos, quienes mantenían contactos con las derivaciones de Los Monos, narcos liderados por el fallecido Claudio Pájaro Cantero que se jactaban de controlar la venta de cocaína en Rosario. Entre las características de la banda del Lagarto Víctor Hugo Grisevich que levantaron mayor sorpresa entre los investigadores se destacó la impunidad con que se movían: sin profesiones o emprendimientos comerciales a modo de pantalla, se movilizaban en automóviles de alta gama, por momentos con gestos opulentos de riqueza y recorriendo la autopista 9 desde Capital Federal a Córdoba, trasladando droga bajo el amparo de sujetos infiltrados en la fuerza de seguridad de Santa Fe.
Marcelo Alejandro Acosta -de quien se trata esta historia- era un chofer de confianza de Urribarri. Había ingresado en el 2005 al Ministerio de Salud y Acción Social que conducía Ángel Giano, en la última administración de Jorge Busti y fue derivado al Depósito Concentrador de Mercaderías, dependiente de tal organismo provincial. Por el decreto 3518 del 20 de junio de 2008 pasó adscripto a la Dirección de Información Pública de la provincia y dos años después se transformó en chofer, en el ámbito de la Secretaría Privada del gobernador Urribarri. Así consta en el decreto 3414 del 14 de septiembre de 2010, firmado por el propio mandatario y el ministro de Gobierno, Adán Bahl.
Acosta fue detenido el 13 de mayo. Iba solo en un Peugeot 307 color gris, patente EEG-741, radicado en la localidad de Rosario del Tala, a nombre de una mujer de calle Sáenz Peña y de su hijo, pero los allegados indican que fue vendido “alguien de Paraná”, a principios de este año. Lo secundaban dos vehículos más, que le oficiaban de apoyo, cuando se enfrentaron con el operativo policial. Pero la totalidad de la cocaína estaba en el automóvil que conducía Acosta, a quien seguramente le asignaron tal función delictiva por su capacidad y experiencia de manejo.ANALISIS
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