miércoles, 20 de agosto de 2014

INTERES GENERAL: Pesar por el fallecimiento de la docente Roxana Oddo

Una profunda conmoción ha causado en nuestra ciudad la desaparición física de la docente Roxana Oddo, quien fuera rectora de la Escuela Nº 1 “Profesor Leopoldo Herrera” y que recibiera años atrás el premio “Manuel Antequeda” como “docente destacada” del departamento Villaguay.
Oddo sufría cáncer y su vida se apagó esta madrugada luego de una lucha incansable contra la enfermedad, mientras se encontraba internada en un centro asistencial de Paraná.
Tres escuelas de la ciudad, donde la docente desempeñaba diversas tareas, decidieron suspender sus actividades durante la presente jornada: la Escuela Nº 1 “Profesor Leopoldo Herrera”; la Nº 10 ex municipal y la Escuela Normal Superior “Martiniano Leguizamón”, donde daba clases.
Oddo fue reconocida por colegas y ex alumnos como una docente muy dedicada, pero además por con un fuerte compromiso humano por las problemáticas que aquejaban a sus estudiantes.
En 2008 fue homenajeada con el premio “Manuel Antequeda”. En aquel entonces, entrevistada por EL PUEBLO, prefirió darle un bajo perfil a su logro y señaló que al recibir al premio se sintió “la cara visible de muchísimos docentes del departamento que hacen un esfuerzo muy grande para cumplir con su trabajo”.
Roxana se recibió de profesora de Ciencias Naturales y comenzó a trabajar en las escuelas cuando tenía 23 años. Pasó por las aulas de la Escuela “Alberto Gerchunoff” de Villa Domínguez, el Colegio Nacional, la ENET, condujo un Bachillerato Acelerado para Adultos (BAPA), trabajó en el profesorado de Educación Especial que se dicta en el ISEA, dio clases en la Escuela 10 y fue rectora de la Escuela Nº 1 “Profesor Leopoldo Herrera”, donde también se desempeñó como profesora y preceptora.
En esa entrevista, recordó también la influencia que tuvieron sus propias maestras en su formación: “Tuve muy buenos docentes cuando estudié, pero también tuvo muy buenos directivos en esas escuelas, y eso me permitió aprender mucho. La señora Chávez de Gamarnik o Ana María Patiño, que me enseñó sobre todo a trabajar con la parte humana. Con ella aprendí que uno puede planificar mucho, pero que si no tiene la parte humana, si no tiene en cuenta que los docentes son personas a los que todos los días les pasan cosas, es muy difícil generar un ámbito de trabajo óptimo”, recordó.noticiasvillaguay
                              roxana

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