Iosper suprime las tarjetas magnéticas, que costaron $160 mil

El Instituto Obra Social de la Provincia de Entre Ríos (Iosper) decretó, sin mucho trámite, la muerte súbita del sistema de las tarjetas magnéticas, un mecanismo que en 2009 se lanzó como forma de “agilizar” la atención y evitar las largas colas en las sedes del organismo, pero que nunca pudo funcionar como se pensó.

Entonces, se decidió la supresión del uso de los carné de afiliación y su reemplazo de tarjetas magnéticas y para eso el Iosper inició un amplio operativo de reempadronamiento de sus afiliados, entonces unos 260 mil en toda la provincia. La tarjeta, se pensó, sería el modo de pago de la prestación: en el consultorio, el médico se conectaría vía on line con el Iosper, y constataría la condición de afiliado activo del paciente. Así pensado, no habría ningún impedimento que permitiera su desarrollo. Pero nunca funcionó del todo, ni como se lo pensó.El sistema fue boicoteado por las propias corporaciones médicas, y por la ineficiente operatoria de la obra social. Los médicos cuestionaron que se recargara a los consultorios con una tarea administrativa de emisión de órdenes médicas que, desde siempre, había sido trabajo de las oficinas del Iosper. Así, las largas colas nunca se suprimieron en las oficinas de la obra social y el sistema no pudo avanzar con más del 40% de cobertura. En 2013, la obra social lo relanzó pero nunca pudo generalizarse. Cinco años después de la puesta en marcha del sistema de las tarjetas magnéticas, el Iosper anunció que desde hoy ya no será necesario el uso de mecanismo sino que los trámites se podrán hacer sólo presentando el DNI. “La instrumentación de un nuevo sistema informático permite realizar los trámites sólo con DNI, lo que implica que se prescindirá de la tarjeta magnética o carnet, que se dejarán de emitir”, informó el Iosper. El proceso de reemplazo de carné por tarjetas, según datos del propio Iosper, tuvo un costo de 160.000 pesos. Cuando se anunció, en diciembre de 2009, el gobernador Sergio Urribarri recibió al entonces presidente de Iosper, Silvio Moreyra, y dijo: “Este paso muestra el avance de nuestra obra social que la distingue claramente de muchas otras del país, como así también un adelanto tecnológico que está en línea con lo que estamos haciendo en el gobierno provincial”. Ahora, la conducción que encabeza Isaías Fernando Cañete decidió echar por tierra con aquel sistema. Hoy, el Iosper es una obra social que tiene 129 mil aportantes directos, en 2014 tuvo ingresos por $1.284 millones, y un pasivo de más de $50 millones.AnalisisLitoral