El proyecto llegó desde el oficialismo y avanza a paso firme dentro de la Legislatura Bonaerense. Los padres también tendrían participación y desde los gremios ya llegaron las primeras críticas.
El examen que los alumnos tomarían a sus profesores está previsto como un «traámite sencillo», según el autor de la iniciativa, el estudiante deberá calificar con una nota y una «justificación» la tarea del educador que estuvo a cargo de la asignatura durante al menos dos tercios de la cursada.
El proyecto cuenta con un soporte digital (www.codigoeducativo.org) para recibir aportes. En la Legislatura provincial comenzaron a debatir la creación de este Código Educativo que llevaría a una nueva restructuración en el sistema, a pesar que desde el equipo del gobernador bonaerense, Daniel Scioli, negaron modificaciones y estar interiorizados con la propuesta.
«Parece una propuesta de campaña. Para crear la idea de que se hace algo con educación», dijeron en uno de los sindicatos estatales. Suteba pidió «algo de tiempo para analizar en detalle» y Miguel Díaz, de Udocba, opinó que «siguen con los cambios y van camino a destruir la educación pública».
La iniciativa contempla, entre otros aspectos, un mecanismo para que los docentes sean evaluados cada cuatro años por colegas, directivos, padres y hasta por los propios alumnos.
La participación de los estudiantes en los exámenes de sus profesores, según precisa en su edición impresa de hoy lunes Clarín, sería llamada «evaluación interna» y está pensada para el nivel secundario.
En esas pruebas intervendrán otros educadores, los directivos y habrá una «autoevaluación». La incidencia de la prueba de los estudiantes será del 11% del total de la nota.
«Si un chico de 16 años puede elegir presidente, también está en condiciones de decir si le gusta o no su profesor y por qué», argumentaron los impulsores.
Además, se propone crear «bloques educativos» en los primeros dos años. O sea, las materias tendrían una continuidad y deberían ser dictadas por los mismos profesores.
Para el último tramo se promueven «trayectos alternativos», es decir que los chicos sólo cursen aquellas asignaturas que son de su interés, por aptitud o utilidad para la facultad.
La iniciativa parte del senador del Frente para la Victoria, Gustavo Oliva, presidente de la Comisión del área y con trayectoria en la gestión educativa, entre otros cargos al frente del Colegio Nacional de La Plata, donde en materia de elección de asignaturas, es utilizado un sistema similar. Pero el proyecto de reforma por ahora avanza dentro del ámbito legislativo.
El examen que los alumnos tomarían a sus profesores está previsto como un «traámite sencillo», según el autor de la iniciativa, el estudiante deberá calificar con una nota y una «justificación» la tarea del educador que estuvo a cargo de la asignatura durante al menos dos tercios de la cursada.
El proyecto cuenta con un soporte digital (www.codigoeducativo.org) para recibir aportes. En la Legislatura provincial comenzaron a debatir la creación de este Código Educativo que llevaría a una nueva restructuración en el sistema, a pesar que desde el equipo del gobernador bonaerense, Daniel Scioli, negaron modificaciones y estar interiorizados con la propuesta.
«Parece una propuesta de campaña. Para crear la idea de que se hace algo con educación», dijeron en uno de los sindicatos estatales. Suteba pidió «algo de tiempo para analizar en detalle» y Miguel Díaz, de Udocba, opinó que «siguen con los cambios y van camino a destruir la educación pública».
La iniciativa contempla, entre otros aspectos, un mecanismo para que los docentes sean evaluados cada cuatro años por colegas, directivos, padres y hasta por los propios alumnos.
La participación de los estudiantes en los exámenes de sus profesores, según precisa en su edición impresa de hoy lunes Clarín, sería llamada «evaluación interna» y está pensada para el nivel secundario.
En esas pruebas intervendrán otros educadores, los directivos y habrá una «autoevaluación». La incidencia de la prueba de los estudiantes será del 11% del total de la nota.
«Si un chico de 16 años puede elegir presidente, también está en condiciones de decir si le gusta o no su profesor y por qué», argumentaron los impulsores.
Además, se propone crear «bloques educativos» en los primeros dos años. O sea, las materias tendrían una continuidad y deberían ser dictadas por los mismos profesores.
Para el último tramo se promueven «trayectos alternativos», es decir que los chicos sólo cursen aquellas asignaturas que son de su interés, por aptitud o utilidad para la facultad.
La iniciativa parte del senador del Frente para la Victoria, Gustavo Oliva, presidente de la Comisión del área y con trayectoria en la gestión educativa, entre otros cargos al frente del Colegio Nacional de La Plata, donde en materia de elección de asignaturas, es utilizado un sistema similar. Pero el proyecto de reforma por ahora avanza dentro del ámbito legislativo.
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