miércoles, 24 de mayo de 2017

PILOTO TALENSE: Pasó de “no voy a poder volar” a convertirse en piloto privado

Hoy es el presidente del Aero Club Villaguay, provincia de Entre Ríos (Argentina) y como fotógrafo profesional se ocupa, entre otras cosas, de documentar las inundaciones de su provincia. Pero aunque desde chico sintió pasión por los aviones, tuvo que recorrer un largo camino hasta lograr su sueño de volar.

Ésta es la historia de José Javier Perotti que hace menos de dos meses obtuvo su título de piloto privado. Él mismo lo cuenta como una historia increíble. Si bien su temor nunca estuvo asociado a catástrofes sino a los síntomas físicos que sintió desde la primera vez que subió a un avión pequeño en un aeroclub a los 22 años: se descompuso y se pasó el viaje apunado y vomitando.

A pesar de esa experiencia, seguía sintiendo fascinación por los aviones. Así que comenzó a volar aviones y helicópteros por radio control y creó una escuela de aeromodelismo, a la que años más tarde se sumó una escuela de vuelo. Pero todavía no lograba enfrentarse al desafió más grande: los aviones de línea o privados. Si pasaba cerca de un Boeing lo miraba de lejos, tenía miedo a volar y descomponerse.

Debido a su trabajo, de fotógrafo, siguió volando en aviones pequeños, a pesar de los síntomas físicos. Hasta que al final se subió a un avión de línea. Fue para su luna de miel, en 1999, que viajó a Cancún y Miami. Al iniciar el descenso en Ezeiza, se le apunaron tanto los oídos que bajó del avión, hizo los trámites y pasó la aduana completamente sordo.

En 16 años no se volvió a subir a un avión de línea. Hasta que en 2015 un amigo lo invitó a viajar a China. Viajó en un Boeing 777 por primera vez en su vida. Hoy recuerda el miedo que sintió al cruzar el océano. “Sentí que me faltaba el aire y transpiraba tanto que tuve que abanicarme con una revista. Miraba a mi alrededor y veía a todos tan tranquilos”. Pese a eso, asegura que la experiencia fue “más que positiva”, ya que tuvo que hacer escala y subirse a varios aviones para llegar al destino.

‘’Volví y estaba decidido a hacer el curso de piloto. Luego de un año y medio me recibí’’, declara José Javier. ‘’Siempre quise volar, pero mi cuerpo no me ayudaba y me tenía que quedar acostado un buen tiempo para que se me pase’’, manifiestó.

Con el transcurso de los días y con la ayuda de los instructores, en especial de Juan Ignacio Von Muhlinen, logró que su cuerpo se acostumbre a las alturas.

En marzo de este año, y después de tanto esfuerzo, Jose Javier Perotti se recibió de piloto privado y disfruta como nadie salir a volar solo y poder ver el amanecer. ‘’Ayer volé a 4500 metros de altura y pude ver la puesta del sol, desde un algodón de nubes. Es algo increíble’’, nos contó.

Al preguntarle qué fue lo que lo ayudó a superar el miedo Javier responde con firmeza: “Pelear y pelear contra los pensamientos de no voy a poder  porque, al fin y al cabo, podés.   Diario Junio


Pasó de “no voy a poder volar” a convertirse en piloto privado




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