La investigación por el homicidio del peón rural asesinado en la noche del martes y hallado el miércoles por la mañana a la vera de la Ruta 14, sigue su curso. Ayer se secuestraron prendas en una tapera del kilómetro 25 que serían las que Claudio Sergio Vargas descartó luego del hecho.
A medida que pasan los días y se avanza en la investigación, se van conociendo más detalles de lo que pudo haber ocurrido la noche del 5 de julio y la madrugada del día siguiente, cuando Luis Ángel Parada fue encontrado muerto alrededor de las 11, tirado en el cantero central que divide la Autovía 14, en el kilómetro 54, con signos evidentes de haber sido atacado.
La víctima, de 53 años y trabajador rural del establecimiento San Pascasio, ubicado en la zona de Sarandí, tenía una importante lesión en su cabeza. En principio se pensó que la lesión se había ocasionado con un hacha o machete, pero tras la autopsia realizada en la mañana del jueves se pudo establecer que se habría originado con el mango de un rebenque y que la causa de la muerte se debió a los reiterados golpes que sufrió.
Muy pocas horas después de hallado el cuerpo, la Brigada de Abigeato detuvo a Claudio Sergio Vargas, alias “El payador”, en la zona de Perdices, montando el caballo de la víctima en inmediaciones de la Ruta 14.
Parada y su hijo, de poco más de 20 años, también empleado en el mismo campo, habían estado en el almacén ubicado en ese kilometraje donde fue encontrado el cuerpo, participando de una guitarreada junto a “El payador”. Los tres bebieron y protagonizaron una discusión por motivos que se desconocen, hasta que el menor de los tres se retiró del lugar. Luego, alrededor de las 21, Parada también abandonó el almacén y Vargas lo habría seguido detrás. La víctima tenía su caballo del otro lado de la Ruta 14 y cuando llegó al cantero que divide las dos manos de circulación, fue asesinado.
Luego de la detención del sospechoso de 30 años y de abstenerse en su indagatoria, el Juzgado de Garantías le dictó 30 días de preventiva. El fiscal Sergio Rondoni Caffa dejó hasta el martes la investigación en manos de la fiscal Martina Cedrés, y la funcionaria del Ministerio Público realizó ayer una medida que podría ser clave para el futuro de la causa.
A raíz de un dato que recibieron los investigadores, se llegó hasta una precaria vivienda situada en el kilómetro 25, donde Vargas se habría refugiado luego de perpetrado el crimen. En ese lugar se secuestraron prendas de vestir que serían del imputado y se entrevistaron con un vecino que esa noche le dio ropa para cambiarse.
Las prendas estaban sucias y húmedas, pero no tenían indicios de sangre a simple vista, por lo cual serán remitidas esta semana a Paraná para ser peritadas por la Policía Criminalística, donde se determinará si tienen rastros y a quién le pertenecen.
Por otra parte se le tomó declaración testimonial al vecino que supuestamente le entregó las prendas de vestir a Vargas para cambiarse y a un familiar de la víctima, también vecino de esa zona, que habría sido el que alertó a los investigadores sobre esto que habría ocurrido en la madrugada del miércoles.el dia
A medida que pasan los días y se avanza en la investigación, se van conociendo más detalles de lo que pudo haber ocurrido la noche del 5 de julio y la madrugada del día siguiente, cuando Luis Ángel Parada fue encontrado muerto alrededor de las 11, tirado en el cantero central que divide la Autovía 14, en el kilómetro 54, con signos evidentes de haber sido atacado.
La víctima, de 53 años y trabajador rural del establecimiento San Pascasio, ubicado en la zona de Sarandí, tenía una importante lesión en su cabeza. En principio se pensó que la lesión se había ocasionado con un hacha o machete, pero tras la autopsia realizada en la mañana del jueves se pudo establecer que se habría originado con el mango de un rebenque y que la causa de la muerte se debió a los reiterados golpes que sufrió.
Muy pocas horas después de hallado el cuerpo, la Brigada de Abigeato detuvo a Claudio Sergio Vargas, alias “El payador”, en la zona de Perdices, montando el caballo de la víctima en inmediaciones de la Ruta 14.
Parada y su hijo, de poco más de 20 años, también empleado en el mismo campo, habían estado en el almacén ubicado en ese kilometraje donde fue encontrado el cuerpo, participando de una guitarreada junto a “El payador”. Los tres bebieron y protagonizaron una discusión por motivos que se desconocen, hasta que el menor de los tres se retiró del lugar. Luego, alrededor de las 21, Parada también abandonó el almacén y Vargas lo habría seguido detrás. La víctima tenía su caballo del otro lado de la Ruta 14 y cuando llegó al cantero que divide las dos manos de circulación, fue asesinado.
Luego de la detención del sospechoso de 30 años y de abstenerse en su indagatoria, el Juzgado de Garantías le dictó 30 días de preventiva. El fiscal Sergio Rondoni Caffa dejó hasta el martes la investigación en manos de la fiscal Martina Cedrés, y la funcionaria del Ministerio Público realizó ayer una medida que podría ser clave para el futuro de la causa.
A raíz de un dato que recibieron los investigadores, se llegó hasta una precaria vivienda situada en el kilómetro 25, donde Vargas se habría refugiado luego de perpetrado el crimen. En ese lugar se secuestraron prendas de vestir que serían del imputado y se entrevistaron con un vecino que esa noche le dio ropa para cambiarse.
Las prendas estaban sucias y húmedas, pero no tenían indicios de sangre a simple vista, por lo cual serán remitidas esta semana a Paraná para ser peritadas por la Policía Criminalística, donde se determinará si tienen rastros y a quién le pertenecen.
Por otra parte se le tomó declaración testimonial al vecino que supuestamente le entregó las prendas de vestir a Vargas para cambiarse y a un familiar de la víctima, también vecino de esa zona, que habría sido el que alertó a los investigadores sobre esto que habría ocurrido en la madrugada del miércoles.el dia
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