jueves, 12 de mayo de 2016

Ley antidespidos: sin quórum y con una fuerte interna en el kirchnerismo

El Frente para la Victoria no logró reunir los 129 diputados necesarios para alcanzar el quórum; el proyecto había tenido media sanción en el Senado.

A las 12.31, después de 45 minutos de espera, el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, levantó la sesión especial convocada para tratar el proyecto de ley antidespidos. En el recinto había 102 diputados, 27 menos que los necesarios para dar inicio al debate, impulsado por el Frente para la Victoria (FPV), el Bloque Justicialista (BJ) y la izquierda.

Para el fracaso de la sesión, una derrota política del kirchnerismo, fue determinante la ausencia de los diputados del frente UNA, de Sergio Massa, que insistió con hacer cambios al proyecto y pidió una sesión especial para el miércoles que viene. “El interbloque no ha entrado ni entrará en el juego del FPV que, con el pretexto de defender a los trabajadores tiene como único objetivo generar una derrota política del Gobierno que, definitivamente, está lejos de contribuir a la verdadera defensa de los trabajadores”, dijo el ex intendente de Tigre, en un comunicado.
El Frente para la Victoria no pudo mantener la unidad y tres legisladores no bajaron a dar quórum. Las ausencias más llamativas y el listado de los 109 presentes en el intento de sesión especial.

Según creían en el seno del FpV, les faltaban apenas nueve legisladores para lograr la sesión especial por la ley antidespidos. Pero otro fue el panorama con el que se encontraron este mediodía al bajar al recinto: apenas 108 dirigentes bajaron a sus bancas para dar el debate.

Cuando el presidente de la Cámara, el macrista Emilio Monzó, decidió dar por fracasada la sesión, ni siquiera estaban todos en sus lugares. En ese momento, el tablero del recinto marcaba 104 presencias. Más tarde, se pudo comprobar con las actas del Congreso que en total hubo 109 presentes que pasaron en un momento u otro por sus bancas.

Cinco de ellos ni siquiera se quedaron a esperar el desenlace. Uno fue el sindicalista metalúrgico Abel Furlán (FpV). Por su parte, el misionero Maurice Closs (FpV) optó por entrar sobre la hora, cuando Monzó ya anunciaba la caída de la sesión.

A la salida del recinto, las peleas empezaron al interior del Frente para la Victoria. La Cámpora, el peronismo tradicional y el sindicalismo cruzaban duras acusaciones por la estrategia elegida y el fracaso de la convocatoria.
El aporte de los distintos bloques para la suma de 108 voluntades se dividió de la siguiente manera: 76 diputados del FpV, 16 del Bloque Justicialista, 8 monobloques, 4 del Frente de Izquierda, 2 de Libres del Sur, uno del Frente Renovador, otro del Frente Cívico por Santiago. Monzó estuvo presente en su rol de presidente de la Cámara, pero no se cuenta para el quórum.

Algunas ausencias resultaron llamativas. Aunque era una sesión en la que el kirchnerismo se jugaba una parte importante de su capital político, tres legisladores de su bloque faltaron. Ellos fueron Daniel Di Stefano (Misiones), Dulce Granados (Buenos Aires) y Liliana Mazure (CABA).
Diputados

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